...los años pasan, el mundo rueda, y todas, todas las voces de niños o de adultos se pierden, junto a los juegos, los muñecos rotos, los tesoros de vidrio... y los deseos de venganza o de poder.
Y pasados los años, te das cuenta de que al final nada era para tanto. Bueno, algunas cosas puede que lo fuesen en su momento, pero están ya tan lejanas, que es casi como si le hubiesen pasado a otro.
Para bien y para mal, el tiempo pasa inexorable y como el agua, todo lo erosiona y todo se lo lleva y lo diluye, hasta que al final es nada.
Bueno y lo dejo ya que me está saliendo un comentario demasiado sensiblero e impropio de un machote como yo.
Puto mundo que nos obliga a andar en círculos...
ResponderEliminarSalu2
Se puede rodar en línea recta.
ResponderEliminarLo único que queda es el amor, siempre se queda de alguna manera.
ResponderEliminarDura, sobrevive.
En forma de hijos, de ideales, de recuerdos...
Un montón de besos.
También hay tesoros que no son de vidrio
ResponderEliminarY pasados los años, te das cuenta de que al final nada era para tanto. Bueno, algunas cosas puede que lo fuesen en su momento, pero están ya tan lejanas, que es casi como si le hubiesen pasado a otro.
ResponderEliminarPara bien y para mal, el tiempo pasa inexorable y como el agua, todo lo erosiona y todo se lo lleva y lo diluye, hasta que al final es nada.
Bueno y lo dejo ya que me está saliendo un comentario demasiado sensiblero e impropio de un machote como yo.
XD
Pasa, pero mientras pasa nos va creando y nos transforma en lo que somos o hemos sido en cada momento.
ResponderEliminarTodo pasa y muy rápido, y al final sólo nos queda la nostalgia de recordar lo que ya ha pasado.
ResponderEliminarBesoss
Y, a veces, da la impresión de que el tiempo y la vida te llevan por el inexorable cauce de un río.
ResponderEliminarPD
Me ha encantado el final del comentario de Pepe.
Y nada queda... nada quedará, como la canción "En un rincón el alma"
ResponderEliminarSaluditos
eso dicen... lo he comprobado algunas veces...
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