Pues tienes toda la razón, Esther. Igual he metido la pata, y lo que quería este hombre era silencio. En fin, que a lo hecho... Aprovecho y te envío un saludo.
Me encanta. Y me ha hecho recordar cuando, a mis seis años, bailaba toda música, sin saber ni importarme si era bailable o no. Ésta era una de mis favoritas. Además, recordé, que esperando mi primer hijo, lejos de mi país, estuve en un recinto con dos pistas de hielo en que patinaban niños y adultos: una bajo techo y la otra al aire libre; en esta última vi patinar a una niñita de unos cuatro años que quedó grabada en mis impresiones.
Precioso, el vals; y no es por ponerle pegas, pero... así, a secas? Sin una sola letra?
ResponderEliminarAnda, estírate un poquito, y cuéntanos una historia que te sugiera la música, para acompañar...
¿Comento? ¿No comento? Porque si no dicen nada, a lo mejor es que quieren silencio.
ResponderEliminarPues tienes toda la razón, Esther. Igual he metido la pata, y lo que quería este hombre era silencio.
EliminarEn fin, que a lo hecho...
Aprovecho y te envío un saludo.
Me encanta.
ResponderEliminarY me ha hecho recordar cuando, a mis seis años, bailaba toda música, sin saber ni importarme si era bailable o no. Ésta era una de mis favoritas. Además, recordé, que esperando mi primer hijo, lejos de mi país, estuve en un recinto con dos pistas de hielo en que patinaban niños y adultos: una bajo techo y la otra al aire libre; en esta última vi patinar a una niñita de unos cuatro años que quedó grabada en mis impresiones.
Un cariñoso saludo.