Tu doble, otro que se parece...

Existe una intimidante excavación en el pozo de la memoria, una excursión por entre las profundidades del ser, ese viaje interior, cuya fascinante atracción produce un vértigo que no puede enterrar ningún presente, es la tarea y el don primordiales de lo poético.
Así ocurre con estos versos de John Burnside, fugitivo de un tiempo que no sea regresivo:

Fuera, en la oscuridad, en el frío, en un destello de nieve,
algo inesperadamente vuelve, para dar testimonio:
una sombra, un fantasma, tu doble, u otro que
se te parece, o que se parecería a ti, si estuvieras,
vuelve para desentrañar el fantasma de un fuego extinto,
y revolviendo la escoria y la ceniza, recobrar el ritmo del corazón.

(Foto: autor desconocido. Pitt Tristán, 2004) Aunque la foto ha sido retirada dejo constancia para aquellos que la hayan visto, como penitencia para la redención.

Fe de erratas: Por un desatino dada la megalomanía del autor (Pitt el loco) he publicado mi foto ¡de hace diez años! queriendo -tontamente- quitarme años, como si eso fuera posible, para conseguir vuestra admiración. Convenientemente avisado de esta gilipollez por algunos de mis queridos seguidores y amigos, he creído necesaria esta aclaración declinando en lo sucesivo hacer uso de fotos de carácter privado y dedicarme, como hasta ahora, a monasterios, paisajes, fotos urbanas y cosas de esas que tanto le gustan al personal así como dedicar más entradas a cosas como aquellas de la crítica de Bakunin, versos de Jean Paul algo de Diderot. Por ejemplo, para próximos días abordaremos temas tan sugerentes como "La asimetría de Brand" y "Ley del debate de Geen".
Dicho esto quiero dejar también este texto en mi descarga: Una fotografía es un fragmento, un vislumbre. Acopiamos vislumbres, fragmentos. Todos almacenamos mentalmente cientos de imágenes fotográficas, prestas a la recuperación instantánea. Todas las fotografías aspiran a la condición de ser memorables, es decir, inolvidables.

Con mis sinceras disculpas.