Cuando contemplas la luna es bonito pensar que alguien al que añoras la contempla en el mismo instante que tú. La luna tiene brazos que unen a la gente.
Permíteme la impertinencia pero la luna de ese dibujo... Ummm cómo lo diría. Se le transparentan las estrellas. Y eso, como que no. Que la parte oscura es también luna. Pero la idea genial. Yo también tengo gente que me quiere y se acuerda de mí cuando ve la luna y me gusta. Y gente que se acuerda de mi madre pero esos no me quieren tanto.
¡Tienes toda la razón! Me has abierto los ojos a los detalles, a los detalles, ante todo, sobre la luna, y fíjate la idiotez que me encuentro del poeta mejicano Jaime Sabines: "La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía. Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido, y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a bien morir".
Como que no... todo el mundo sabe que nadie se puede intoxicar de filosofía.
Sergio, otra idiotez que he encontrado, esta vez sobre el sol, que tener dedos el sol, como que no: "El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio".
Este fragmento seguro que lo reconoces, así que ahí lo dejo.
Un superplacer leerte en este espacio. Un fuerte abrazo.
Me adelanto a matizar que son dos fragmentos que me encantan pero, dada su incongruencia, comprendo que sólo es por mi romanticismo, que me hace ser superficial en la observación, y mi analfabeta y escasa cultura que me hace emocionarme con cualquier cosa.
P.S. Cómo vengo de fiesta vengo con ganas de hablar.
Decir que he cambiado la imagen después de leer el comentario del gran Sergio que aludía a la anterior con su precisa y correcta alusión. Agradezco que siempre haya alguien que preste tanta atención a lo que se publica. Fuerte abrazo, Sergio. Un grande al estilo de Noelplebeyo, otro de los intelectuales que me enorgullece lean este espacio.
Es precioso esto que nos ofreces Pitt. Yo siempre pienso lo mismo cuando la contemplo e incluso llego a emocionarme al verla allí en lo alto vigilándonos a todos. Romántica que es una .. Besos Pitt. Puri
Buenas noches amigo , veo que tienes una faceta romántica eso siempre es bueno ..la Luna esa gran desconocida que a todos nos tiene hechizados y en ella queremos ver tal vez a quien no tenemos al lado .. Un abrazo y feliz semana.
¡Cuantas veces los que hemos amado, nos hemos consolado con la misma idea.! Y me has hecho recordar de Maria Monvel... Es que yo era la luna y es que tu eras el sol. Cuando resplandecías blanca brillaba yo. Me mirabas diciendo: "¡que dulce resplendor!" y bajo mis destellos de clara inspiración se amaban los amantes con más ardiente amor. Es que yo era la luna y es que tu eras el sol. Las gentes lo ignoraban y lo ignoraba yo. ¡Yo creía que mío era todo el fulgor!. Pero un día en el cielo el sol apagó Dios. No brilló más la luna ni nunca más bañó rostros de amantes pálidos con pálido fulgor. Como apagada escoria en las nubes quedó y supo, ¡oh, desencanto! que no era un resplandor, sino el reflejo pálido que le mandaba el sol. Tú eras el sol, mi vida, y la luna era yo.
Siento la extensión pero es que hoy tengo alma gitana. Mis respetos Don Pitt.
Permíteme la impertinencia pero la luna de ese dibujo... Ummm cómo lo diría. Se le transparentan las estrellas. Y eso, como que no. Que la parte oscura es también luna.
ResponderEliminarPero la idea genial. Yo también tengo gente que me quiere y se acuerda de mí cuando ve la luna y me gusta. Y gente que se acuerda de mi madre pero esos no me quieren tanto.
¡Tienes toda la razón! Me has abierto los ojos a los detalles, a los detalles, ante todo, sobre la luna, y fíjate la idiotez que me encuentro del poeta mejicano Jaime Sabines:
Eliminar"La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir".
Como que no... todo el mundo sabe que nadie se puede intoxicar de filosofía.
Sergio, otra idiotez que he encontrado, esta vez sobre el sol, que tener dedos el sol, como que no:
"El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio".
Este fragmento seguro que lo reconoces, así que ahí lo dejo.
Un superplacer leerte en este espacio.
Un fuerte abrazo.
Me adelanto a matizar que son dos fragmentos que me encantan pero, dada su incongruencia, comprendo que sólo es por mi romanticismo, que me hace ser superficial en la observación, y mi analfabeta y escasa cultura que me hace emocionarme con cualquier cosa.
EliminarP.S. Cómo vengo de fiesta vengo con ganas de hablar.
es lindo ésto al recordar gente que se fue y uno amó... espero que suceda entonces...
ResponderEliminarIncluso a la que no se ha ido.
EliminarAlunizaje en otra ventana
ResponderEliminarSaludos
"De tu ventana a la mía", de Paula Ortiz.
EliminarSaludos
Decir que he cambiado la imagen después de leer el comentario del gran Sergio que aludía a la anterior con su precisa y correcta alusión. Agradezco que siempre haya alguien que preste tanta atención a lo que se publica.
ResponderEliminarFuerte abrazo, Sergio. Un grande al estilo de Noelplebeyo, otro de los intelectuales que me enorgullece lean este espacio.
Es precioso esto que nos ofreces Pitt. Yo siempre pienso lo mismo cuando la contemplo e incluso llego a emocionarme al verla allí en lo alto vigilándonos a todos. Romántica que es una ..
ResponderEliminarBesos Pitt.
Puri
Qué románticos somos...
EliminarBesos.
Buenas noches amigo , veo que tienes una faceta romántica eso siempre es bueno ..la Luna esa gran desconocida que a todos nos tiene hechizados y en ella queremos ver tal vez a quien no tenemos al lado ..
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Esta es mi faceta más auténtica. Tierno, sensual, romántico al fin.
EliminarUn abrazo.
Precioso... Y además creo que es muy cierto.
ResponderEliminarUn beso grande, Pitt.
Es que soy muy romántico y... vergonzoso.
EliminarUn besos grande.
Y además es que ese pensamiento al que aludes es universal. Nos hermana a las gentes.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarAbrazo, juerguista.
Esa persona ausente y uno mismo mirando la misma luna. Es una idea romántica donde las haya
ResponderEliminarUn saludo
Es cierto, muy romántico.
EliminarUn saludo.
¡Cierto....!
ResponderEliminarUmmm, La Luna...si yo te contara...es el eje vital de mi vida y de mis letras. Besos
ResponderEliminarLo creo, queda manifiesto en "Mundo perigeo".
EliminarUn beso.
No estaremos tan lejos si los dos vemos la misma Luna...
ResponderEliminarQue bonito te ha quedado.
EliminarEste pensamiento que nos dejas también lo tuve yo en algunas ocasiones, y es por lo que dices, que la luna, une.
ResponderEliminarAdemás nos hace soñar.
Besos, Pitt.
Coincidencias, Vero, bellas coincidencias.
EliminarBesos.
¡Cuantas veces los que hemos amado, nos hemos consolado con la misma idea.!
ResponderEliminarY me has hecho recordar de Maria Monvel...
Es que yo era la luna y es que tu eras el sol.
Cuando resplandecías blanca brillaba yo.
Me mirabas diciendo: "¡que dulce resplendor!" y bajo mis destellos de clara inspiración se amaban los amantes con más ardiente amor.
Es que yo era la luna y es que tu eras el sol.
Las gentes lo ignoraban y lo ignoraba yo.
¡Yo creía que mío era todo el fulgor!.
Pero un día en el cielo el sol apagó Dios.
No brilló más la luna ni nunca más bañó rostros de amantes pálidos con pálido fulgor.
Como apagada escoria en las nubes quedó y supo, ¡oh, desencanto! que no era un resplandor, sino el reflejo pálido que le mandaba el sol.
Tú eras el sol, mi vida, y la luna era yo.
Siento la extensión pero es que hoy tengo alma gitana.
Mis respetos Don Pitt.