Una leyenda sevillana cuenta que una gitana le leyó la mano a Bartolomé Esteban Murillo y le previno para que huyera de las bodas porque en una de ellas le ocurriría una desgracia. Dice también que el pintor era supersticioso y huyó de estas ceremonias hasta que se cayó de un andamio pintando los Desposorios místicos de Santa Catalina, un encargo del convento de los capuchinos de Cádiz para el retablo mayor de la ya desaparecida iglesia de Santa Catalina. Era enero de 1682 y el pintor contaba ya con sesenta años. El cuadro representa la unión mística de la santa con Dios. La misma leyenda dice que el pintor moriría el 3 de abril siguiente a consecuencia de aquella caída y que no pudo completar el cuadro. Esta leyenda tiene todo el aroma de un invento posterior y novelesco, pero sea como sea, aquel accidente provocó que Murillo dejara de pintar y tuvo mucho que ver con su fallecimiento.
Si hubiera ido a las bodas de Caná se habría hinchado a vino...
ResponderEliminarSalu2.
Jajajajaja, siempre he dicho que hay que ser canallas y descerebrados para crucificar a un hombre que convertía el agua en vino.
EliminarSaludos.
Muy buena entrada, siempre es bonito saber estas leyendas o verdades a medias. Un fuerte abrazo y feliz comienzo de semana.
ResponderEliminarSabía que te gustaría, siempre que voy a publicar algo de estilo estilo me acuerdo de ti, amante de la historia y las leyendas.
EliminarFuerte abrazo.
Si es una historia inventada, es un buen invento.
ResponderEliminarSaludos.
Algo de cierto debe tener, al menos en momento y lugar.
EliminarSaludos.
Tuve un profesor que estaba enamorado del barroco sevillano (Zurbarán, Murillo y Valdez Leal). De Murillo nos enseñó todo su simbolismo. Me lo has traído a la memoria.
ResponderEliminarSalut
Es un verdadero placer conocer la simbología en la pintura, en el arte en general. En los bodegones, despreciados por mucho tiempo por los críticos como un mero ejercicio, estos pintores que citas los cargaban de símbolos en frutas y verduras, un tema apasionante; igual ponemos alguna referencia sobre ello. Me encanta.
EliminarSalut.
Estaba escrito.
ResponderEliminarSaludos
Parece que sí.
EliminarSaludos.
Un decorador sevillano medio esotérico y enamorado del barroco me dijo que la leyenda la había inventado un clérigo que era muy temeroso de Dios y devoto de la Santísima Trinidad, este clérigo que apestaba a ajo se llamaba Juan de Dios Gamero Caridad. Por cierto, también es leyenda lo del decorador.
ResponderEliminarSalud
Las leyendas sevillanas tienen una riqueza maravillosa, recuerdo la que nos relataba una guía paseando el Barrio de Santa Cruz de noche, a la vista de un azulejo con una calavera en una de sus calles recordando la leyenda de La Bella Susona. Sevilla en formidable.
EliminarSalud.
Todas las leyendas son inventos posteriores pero eso no significa que no podamos disfrutar de estos cuentos que la historia nos ofrece. La fantasía tiene muchas encarnaciones. Esta se disfruta tanto como cualquier otra.
ResponderEliminarDesde luego que nos encandilan con sus relatos tan ingeniosos. Dicen que las leyendas con un modo de entender las cosas mejor que nosotros mismos.
EliminarDicen que en toda leyenda hay un poso de verdad. A saber.
ResponderEliminarBesos, Pitt.
Muchas de ellas están relacionadas con hechos y personas que han existido y luego esas historias se han adornado con la invención, lo que tienen, sin duda, es que todas ellas son atemporales.
EliminarBesos.
Es normal
ResponderEliminarNada bueno se gesta en una boda en tiempos de pandemia pictórica
Saludos
Bien, esperemos a que se pase la pandemia, pero mira a ver si te vas poniendo las pilas y no vengas con excusas barrocas, nunca mejor dicho.
EliminarSaludos.
Para que luego digan que el destino no tiene ganas de guasa. Madre mía. Besos Pitt
ResponderEliminarY que lo digas.
EliminarBesos.
Curiosa la leyenda. Lo malo de estas cosas es la sugestión, y si el buen pintor estaba pensando en las alturas, en lo que le dijo la gitana, pues al final se cumplió. Es mejor que no te lean la mano. Bonita obra de arte.
ResponderEliminarAbrazos
Mejor, jajajajaja, y más para darte esas noticias.
EliminarAbrazos.
Qué interesante. Me gusta Murillo, hace años me pegué una escapada a Madrid solo para ver una exposición de Los niños de Murillo.
ResponderEliminarMe ha encantado esta leyenda/historia real.
Feliz día.
Gracias, Marigen.
EliminarSaludos.