Seguidores

viernes, 29 de noviembre de 2024

Las olas, al galope.

 


El aire se fragmenta por la efímera plenitud de la espuma. Cabalgando llegan las olas, al galope, en escuadrones desbocados. Ahora comprendo por qué los antiguos creyeron que los caballos eran hijos de Poseidón, el dios de las aguas vivas.

José Antonio Marina

4 comentarios:

  1. Impresionante fotografía. Da mucho respeto y miedo tan bien. Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. las olas van erosionando los acantilados, todo se convierte en arena, todo se degrada menos la estupidez humana, es infinita como afirmaba Einstein.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La estupidez, el miedo y la codicia, como apuntaba Einstein.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar