Sexólogos y expertos coinciden en los múltiples beneficios de las fantasías sexuales: aportan concentración, liberan tensión y mejoran la irrigación sanguínea. Además, la imaginación es el mejor aliado contra la monotonía: permite crear un sinfín de escenarios ficticios, estimulando la relación sexual (o la masturbación) y ayudando a evadirte. Así que ya sabes: ¡deja volar tu imaginación!
Vaya, qué sorpresa con la entrada, no está mal ajjaja Un abarzo.
ResponderEliminarMuchas gracias, bellísima Campirella.
EliminarUn abrazo.
Que sepas, que me alegra que ya se pueda comentar, un besote y espero que te encuentres bien.
EliminarMuchas gracias. Con el parón taurino hacemos del blog un nuevo espacio.
EliminarBesos.
Muy de acuerdo, con énfasis, en lo planteado.
ResponderEliminarY esa imagen podría ser una contribución a las fantasías sexuales.
Saludos.
Gracias por dejar tu amable comentario.
EliminarSaludos.
Deja de lado la misantropía más veces. Me lo he pasado bien repasando en tu blogroll artículos de tu segunda afición...
ResponderEliminarIntentaré complacerte. En cuanto a la "segunda afición", jajajajaja, no sé si te refieres a la de la imagen de esta entrada, jajajajaja.
EliminarUn abrazo.