Antonio Bienvenida, 50 años después
El toreo lleva 50 años sin Antonio Bienvenida, que falleció el 7 de octubre de 1975. Tres días después de sufrir una trágica voltereta por una becerra en la finca de Amelia Pérez Tabernero.
Antonio Mejías Jiménez, nacido en Caracas (Venezuela) y criado en Sevilla, llevaba un año justo retirado de la profesión en el momento de su muerte. Un adiós que se produjo el 5 de octubre de 1974 en la antigua plaza de Vista Alegre de Carabanchel después de alternar -vestido de grana y oro y con un capote negro de Joselito- con Curro Romero y Rafael de Paula. Aunque Antonio Bienvenida no dejó de participar en los festivales benéficos que le requerían.
Toreó su primer becerro con apenas cinco años y debutó en la capital en 1939. Muy pronto se convirtió en figura indiscutible: en 1941, su faena con el novillo ‘Naranjito’, de Antonio Pérez, en Las Ventas lo consagró como la gran esperanza del clasicismo.
Al año siguiente tomó la alternativa en la plaza madrileña. Antonio Bienvenida salió en once ocasiones por la Puerta Grande de Las Ventas. Bienvenida presidió el Montepío de Toreros, denunció públicamente el fraude del afeitado y organizó múltiples festejos benéficos. Sus gestos altruistas le valieron la Cruz de Beneficencia en 1956.
Antonio Bienvenida fue enterrado entre multitudes, con el ataúd abrigado con un capote de seda grana y bordados en oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario