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miércoles, 24 de octubre de 2012
Felicidad robada
A veces somos conscientes de que estamos viviendo un pizquita de felicidad robada. Una tregua, un paréntesis, un instante de gracia.
¿Cuántas vacaciones nos dará aún la vida? ¿Cuántas burlas? ¿Cuántos poquitos más de cosas buenas nos tiene reservados todavía?
¿Cuántos años nos quedan todavía antes de hacernos viejos?
(Foto: Pitt Tristán.
En la imagen el mismo autor cuando era monje bodeguero, al estilo de Dom Pérignon)
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realmente yo espero que la vida me siga dando de esos poquitos de felicidad que a la larga formarán gran parte de mi vida.... burlas? millones, tenlo por seguro Pitt, es más, a eso muchas veces se dedica la vida, a traernos y llevarnos como barquitos de papel, sin embargo hay y existen esos momentos de felicidad...yo los he vivido ^^ besos
ResponderEliminarTodos tenemos en nuestra vida luces y sombras. A mí lo que más me funciona es la ilusión. Cosas de ilusos.
EliminarBesos, Patty.
Puff. Servidor espera que más de los que le ha dado hasta ahora. Hoy ando con el día positivo.
ResponderEliminarTienes por delante un brillante porvenir, en todos los aspectos. Deberías saberlo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY antes fui cocinero :P
EliminarEs como la salud, un estado transitorio entre una enfermedad y otra.
Como para que cuando nada más morirte, encima, tengas un Juicio.
Besos.
Hola Pitt! Bueno yo soy de la idea de vivir y disfrutar el día a día sin hacerme tantas preguntas existenciales. La vida corre tan rápido que no quiero que me saque ventaja :D Tomar lo bueno y ser agradecidos y de lo malo sacar lecciones para no volver a equivocarse. He ido aprendiendo en lo que llevo de vida, a partir de situaciones que te hacen aterrizar y pensar que lo que vale es el segundo en que respiras y te sientes vivo. Recibe un abrazo afectuoso!!
ResponderEliminarNo cuantifiques, no pierdas detalle, vívelo, para que nunca te llegue la vejez, aunque cumplas algún día todos los años.
ResponderEliminarLa vida es un camino blanco salpicado de motas negras... o un camino negro salpicado de motas blancas, nosotros elegimos. Esperemos que la vida todavía quiera darnos hermosos momentos, alegres, divertidos momentos, dulces momentos... y que suavice lo malo (que hay tanto, de verdad) para que incluso en lo malo podamos hallar algún consuelo.
ResponderEliminarEstás muy gracioso de monje, Pitt, pero con la capucha puesta me habría gustado aún más, al estilo de fray Angelico.
Besitos.
En la vida encontramos de todo .. son las pequeñas cosas las que más felicidad proporcionan .. pero la vejez es otra historia.. no va con la edad que pone el DNI.. depende de cada persona .. mientras te sientes joven lo serás..
ResponderEliminarUn abrazo
Oh, Oh, Oh, qué morbo tienes vestido de monge. :) Me encanta la descripción que ha hecho Jana. Que el camino siga siendo más blanco que moteado, largo y blanco.
ResponderEliminar:) pero espero que no seas tan "rígido" en la vida real, muñeco!! :)
ResponderEliminarMejor disfrutar el momento sin preocuparse de lo que pueda venir después, al fin y al cabo, solemos equivocarnos en esto.
ResponderEliminarLa vejez no se ha de temer salvo por algún que otro achaque pero de ahí lo bueno de cuidarse. O no. En la vejez la gente se ríe bastante de todo y se les ve bien y yo la veo como el reposo del guerrero que cada vez se ve más lejos(entendiéndola también como jubilación). El problema es este tortuoso camino que aún nos falta en el que efectivamente tendremos que robarle algo a la felicidad y esta cada vigila más su producto y no nos deja. El caso es que me cuesta preocuparme por el futuro cuando siempre he resuelto tan mal mi presente.
ResponderEliminarBien dices que nuestra vida es de luces y sombras. Y para mí es fundamental, lo de tomar lo que nos vaya tocando con el mejor ánimo posible, según las circunstancias. El ánimo es lo más importante, es lo que nos sostiene y mueve. Nos permite vivir "sobrecargados pero no agobiados".
ResponderEliminarDe acuerdo con lo que dicen Verónica, Sara y Jana.
Hace un tiempo vi un reportaje sobre los habitantes de Alemania que eran centenarios a esa fecha; en un estudio, no se había encontrado factores comunes en cuanto a lo que podían ser ascendencia, costumbres o algo que los diferenciara del total de habitantes del país, salvo que eran todos de "carácter fuerte". Una señora subía diariamente las escalas que llevaban a un piso alto donde vivía, hacía sus compras, llevaba una vida activa; análogamente con otros. También acá, en mi país, se dice, en salud, que la inactividad es lo que hace mal a los viejos. La saga familiar lo confirma.
Y llevando tu vuelo tan hermoso a la tierra, espero no cometer una brutalidad al hacerlo,
como somos cuerpo, alma y espíritu, todo en uno; también debemos cuidar nuestra salud física, no sólo con una alimentación equilibrada y ejercicio que puede ser caminando, bajando y subiendo escalas o como sea, y dejando que nos llegue algo de sol, sin exagerar; sino también con ayudas en cápsulas o tabletas de algunos componentes que suplementan nuestra alimentación, pasada cierta edad o cuando hay fallas funcionales, tales como glucosamina, melatonina, minerales y vitaminas, dado que no nos alimentamos de una huerta regada con agua de lluvia, donde las variadas especies son cogidas el mismo día, ni tampoco comemos cartílago de tiburón en la cantidad diaria necesaria y así sucesivamente. No sé si lo que he dicho es porque tengo un terrible dolor de cabeza y no corresponde. Sí, es vital para mí lo de "Alegraos siempre en el Señor, ... que vuestra amabilidad sea manifiesta a todos", es algo que sostiene y da fuerzas. Que sigas en un hermoso vuelo anímico.
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Un cariñoso saludo.
Vivimos en la dualidad, tenemos que ser conscientes de eso. Si existe la felicidad es porque también está la infelicidad. Siempre entre luces y sombras, queramos o no es así.
ResponderEliminarUn beso