Roca Rey y Tomás Rufo triunfan en una corrida idónea sólo para San Fermín
Trajo Ricardo Gallardo una corrida idónea para San Fermín por sus descarados pitones y su movilidad continua. Tuvo leña por delante la de Fuente Ymbro, tapando unos cuerpos finos, de buenas hechuras y de manos baja. Bien comidos y, sobre todo, preparados dentro de un conjunto que se empleó poco, se gastó menos y se movió mucho. Y en el movimiento, Pamplona es feliz. Como lo es cada tarde que se anuncia Roca Rey, ídolo de San Fermín. No cabía ni un alfiler en la plaza. Tres orejas para el peruano, que se impuso a dos astados que embistieron a media altura. Dos para Tomás Rufo, que cuajó una faena importante al natural, mientras que sólo el acero le impidió la salida en hombros a Miguel Ángel Perera. Una tarde perfecta para Pamplona, puesto que no vamos a pedir mesura en los excesos en una ciudad que vive de ellos por San Fermín.
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