El secreto de los toros, dijo siempre Foxá, reside en que es un espectáculo anacrónico, y el anacronismo, como se sabe, es la ley de toda creación popular. “Cuatro arcángeles bajaban / y, abriendo surcos de flores, / al rey de los matadores / en hombros se lo llevaban”, cantó el pueblo para el entierro de "Joselito".
Ayer, con La Traviata, en el segundo acto me vino a la mente Joselito: inteligencia, elegancia y valentía.
ResponderEliminarSaludos.