El secreto de los toros, dijo siempre Foxá, reside en que es un espectáculo anacrónico, y el anacronismo, como se sabe, es la ley de toda creación popular. “Cuatro arcángeles bajaban / y, abriendo surcos de flores, / al rey de los matadores / en hombros se lo llevaban”, cantó el pueblo para el entierro de "Joselito".
Ayer, con La Traviata, en el segundo acto me vino a la mente Joselito: inteligencia, elegancia y valentía.
ResponderEliminarSaludos.
Tiene lógica esa remembranza, desde "Noi siamo zingarelle", Joselito era de etnia gitana por parte de su madre, pasando por "Di Madride noi siam mattadori"... La misma Fiesta no deja de ser una tragedia que se produce en vivo y en directo, pero también la alegría y emoción de esas escenas de La Traviata.
EliminarSaludos.