Sorteo:
Palacio quiere (y puede) ser torero
Tiene Aarón Palacio el concepto y la actitud de uno que quiere (y puede) ser torero. Una oreja de presente, con una dimensión de futuro. Que es lo que debería ser la realidad de las novilladas. Entre seguidores y aquellos que fueron con escuadra y cartabón, Aarón Palacio se echó la tarde a su espalda, mientras que Javier Zulueta confirmó su buen concepto y dejó ganas de verlo más. Silencio para Sergio Sánchez con una novillada de Alcurrucén en terreno de nadie que salió molesta de los cuartos traseros. Uno movimientos y una expresión de ser secuestrada por el temporal del mes de marzo.
Aarón Palacio: ‘Sentir Madrid, así de entregada, es indescriptible. Ese éxtasis emocional me impide recordar con claridad muchos momentos de la faena’
El maño paseó una oreja de mucho peso tras entrar en el corazón de Madrid por la vía de un toreo puro y de un concepto diferenciador
No es de la Puebla del Río, pero casi. Las fuentes de las que el novillero maño bebe no engañan. Un toreo con aroma de la Puebla del Río, que pasa por Zaragoza y que aterriza en Madrid para poner a todos de acuerdo. Aarón Palacio, con ese aire amorantado, una actitud intachable y su caro toreo al natural, cayó de pie en Las Ventas. Una oreja de ley. De las de antes. De las que doblan la categoría en presente y blindan el futuro de un torero.
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