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martes, 24 de mayo de 2011
Engaño
En los peores momentos de la vida, ¡que cosas!, vienen a tí tus más amados bienes: el olfato, el gusto, la vista, el oído, el tacto. Y, a parte de otros dones, te traen a la hermana música y a la hermana literatura, que te abrazan y sostienen mientras te vas curando. Cuando todo se desdibuja, suenan sílabas y sones en los que vive lo más vivo de tí, lo más indispensable. Acaso te engañan. Pero deseas dejar que te engañen.
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Menos mal que nos queda eso, dejarnos abrazar por ninfas y duendes que nos hagan un poquito más felices.
ResponderEliminarSeguiré pasando por aquí a diario, y por supuesto, tú eres de esos con suerte por el poema de Buesa.
Un beso fuerte.
Una puerta de liberación al dolor y una manera de ahuyentar a la realidad cuando no nos deja tregua.
ResponderEliminarUn abrazo Pitt Tristán.
Soñar al fin y al cabo; dejarse llevar, abandonarse en una mentira que nos haga el mundo más llevadero.
ResponderEliminarEn mi caso la ayuad viene de la literatura. Es una mágica amiga que evade mis problemas y los convierte en risas y amor.
ResponderEliminarPrecioso texto.
Besitos
Dulces engaños, los que permitimos a la imaginación...
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