¡Uups! Perdón, me equivoqué... es la puerta de al lado. Ni beso, ni abrazo, ni saludo, te dejo hoy, regreso cuando te encuentres menos ocupado. jajajaja
En la agarrada del final había homosexualidad. Cuando se quedan solos los dos cada uno podía haberse agarrado la suya sin tocar la del otro. Lo hacen porque les gusta, no por solidaridad. Pura matemática.
Nosotras también somos solidarias entre nosotras, siempre nos acompañamos para ir al baño, nos sujetamos los bolsos, nos apostamos en la puertas, porque generalmente no tienen pestillos, nos prestamos las pinturas de guerra y nos intercambiamos la ropa e incluso los zapatos y si es necesario te enseño a ponerte un tampón.
Y entonces la realidad no es así?
ResponderEliminar¡Ves como no somos machistas!
ResponderEliminarNo nos importa que otro hombre nos sujete la minga...
Salu2
Jajaja, eso es real!!!!!
ResponderEliminarMarikosan
Neko, tú si que eres real.
ResponderEliminarToni, ni una señora.
Marikosan me hace feliz arrancarte una sonrisa.
¡Uups! Perdón, me equivoqué... es la puerta de al lado.
ResponderEliminarNi beso, ni abrazo, ni saludo, te dejo hoy, regreso cuando te encuentres menos ocupado. jajajaja
Falta el tigre
ResponderEliminarEn la agarrada del final había homosexualidad. Cuando se quedan solos los dos cada uno podía haberse agarrado la suya sin tocar la del otro. Lo hacen porque les gusta, no por solidaridad. Pura matemática.
ResponderEliminarAhora entiendo eso de que los hombres son más nobles y buenos que las tías, nosotras habríamos pensado mal en el minuto uno :D
ResponderEliminarjajaja... encantadora solidaridad, sí, señor.
ResponderEliminarNosotras también somos solidarias entre nosotras, siempre nos acompañamos para ir al baño, nos sujetamos los bolsos, nos apostamos en la puertas, porque generalmente no tienen pestillos, nos prestamos las pinturas de guerra y nos intercambiamos la ropa e incluso los zapatos y si es necesario te enseño a ponerte un tampón.
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