Recuerdo una penumbra y una cama
ambas ardiendo de delicadeza.
Allí se desenrolla tu belleza,
canta tu piel y tu lujuria brama.
Allí los cuerpos brillan en la llama
en la que todo es cierto y todo empieza.
Allí están tu cabeza y mi cabeza
rodando en donde todo se derrama.
Félix Grande
La canción de la vida.
ResponderEliminarY que lo digas.
EliminarHermosos recuerdos y bella imagen.
ResponderEliminarUn beso
Le gustaba observarlo desnudo, tendido a lo largo de su cama.
Detallaba cada peca, lunar y algunas imperfecciones de la piel, delineaba las pequeñas arrugas de su frente, disfrutaba uniendo ambas miradas y sonreírle.
Recorría con la yema de sus dedos su espalda ancha, su cintura víctima de los años y de un poco de descuido.
Le gustaba tenerlo dentro y entre más profundo, más era su necesidad de tocar y sentir de su pecho los latidos de su agitado corazón.
Se henchía de gozo cada vez que la abrazaba, se quedaba resguardada allí, donde todo nace y nunca termina.
Bellísimo.
EliminarUn beso.
Derrames de besos
ResponderEliminary rodantes recuerdos
de almohadas cansadas
;)
Qué cielo.
EliminarSsssmuack!
EliminarIntensos, muy intensos.
ResponderEliminar¡Qué grande, Félix!.
Un abrazo, Pitt
Félix Grande, que escribió en dos versos que sólo son verdaderas / las palabras irreparables.
EliminarUn abrazo.
Intensos e inmensos.
ResponderEliminar¡Feliz verano! Nos vemos por estos lares en Septiembre.
Abrazote utópico, Irma.-
Ya lo creo.
EliminarNos vemos.
Felices días.
Abrazo.
Muy bueno, y buena foto.
ResponderEliminarHasta parece una composición geológica, de relieves
Abrazo!
Ambos de gran belleza, texto y foto.
EliminarY, tienes razón, sí que lo parece, jajajaja.
Abrazo.
Qué preciosidad...
ResponderEliminarBesos, Pitt.
Y que lo digas.
EliminarUn beso.
Preciosos versos, dejando un poema delicado y encendido, donde unas sábanas evocan la simbiosis de dos cabezas, y de dos corazones
ResponderEliminarUn abrazo
Son maravillosos.
EliminarUn abrazo.