Inspiradísimo Morante
Ahí donde lo ven, Morante de la Puebla no
sabe todavía lo que es salir a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas; misterios
de la tauromaquia y del propio torero, tan genial como irregular en su ya larga
trayectoria.
Pero este miércoles ha podido ser. Seguramente, nunca
la tuvo tan cerca. Ya se veía salir a hombros hacia la calle de Alcalá cuando
se perfiló para matar, la espada cayó tendida y baja, y necesitó dos golpes de
descabellos, y el cielo se esfumó.
Pero quedó sobre la arena y la plaza entera el aroma
de la obra de un torero genial, capaz de entrar en trance, embriagarse de
sensibilidad y arrebatar a una multitud con pinceladas de un orfebre en estado
de gracia.
La faena fue larga e intensa. Comenzó con unos
ayudados por bajo y por alto, cerrados con el obligado de pecho; seguidamente,
se echó la muleta a la izquierda y fue intercalando naturales con la tela
arrastrando por la arena, derechazos extraordinarios y perfectamente ligados
con largos pases de pecho, cambios de manos primorosos, molinetes,
trincherillas, naturales de frente, otros a pies juntos, y todo ello en un
batiburrillo en apariencia largo y desordenado, pero que se conjuntó como un
puzle inesperado y muy grato para los sentidos.
La faena fue emotiva, inspirada, la obra de un artista
que sacó su alma y la puso a torear. Y fue larga, pero quedará en el misterio
si es que Morante se emborrachó de toreo y pretendía estar allí toda la noche,
o es que él mismo no estaba contento con el desarrollo de su labor.
Lo cierto es que maravilló a los tendidos, extasiados
ante la marabunta de detalles excelsos del torero embriagado de arte.
El torero y emocionante brindis de El Juli a Emilio de Justo: «Es un orgullo para mí sustituirte»
Ginés Marín: responsabilidad de figura
Toros de Alcurrucén, desiguales de presentación, mansos, muy nobles y con escaso fondo; deslucido el primero y con buen son en el tercio final el cuarto.
Morante de la Puebla, de grana y oro: tres pinchazos, pinchazo hondo, media y dos descabellos (pitos); estocada tendida y caída y dos descabellos (oreja).
El Juli, de berenjena y oro: pinchazo, casi entera caída y dos descabellos (ovación); pinchazo, media tendida, media tendida y caída, pinchazo, estocada y un descabello (silencio).
Ginés Marín, de azul noche y oro: estocada trasera y dos descabellos (ovación); estocada caída (ovación).
Plaza de Las Ventas. 1 de junio. Corrida extraordinaria de Beneficencia. Vigesimoquinta de la Feria de San Isidro. Asistió el Rey Felipe VI desde el palco real, que fue recibido con una clamorosa ovación al finalizar la interpretación del himno nacional. Los tres espadas le brindaron sus primeros toros. Lleno de ‘no hay billetes. (22.964 espectadores, según la empresa).
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