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viernes, 8 de julio de 2022

El vino es el mejor amigo del hombre. Artículo de C.R.V. Mundotoro

 

El vino es el mejor amigo del hombre

Artículo de C.R.V.

por Mundotoro

 07/07/2022


El vino es el mejor amigo del hombre. Lo del perro, luego lo cuento. El vino, si es de categoría, es la amistad embotellada. Ese amigo que nace de la tierra y de su caos natural para ordenarse en una botella. De proporciones perfectas, que cae perfecto en una copa de cristal ordenado y perfecto. El toreo es el mejor amigo del hombre. Nace de la tierra y del pueblo en un caos salvaje de emociones e instintos. Pamplona es eso que debería ser siempre pero solo es una semana: el caos donde pecar es virtud. Imaginen un mundo donde no pecar sea una semana y el libre albedrio el resto. Donde mande la animalidad de las emociones y las pasiones, a la espera de que alguien ponga compás a tanta nota suelta sin pentagrama que las reclame.

 

Orden en el caos que es el toreo y la vida. Orden de arte como gotas del Guadalquivir embotelladas de Morante de la Puebla. Orden en la movilidad sin ritmo de la inteligencia artificial torera de El Juli y orden desde el lado bestiario de la fiesta de una fiera en si mismo: Roca, que es Rey. Ese ciclón que sopla, ya cada vez más en su toreo, a paso de caracol.

Lo prometido. La frase de “el perro es el mejor amigo del hombre” la acuñó un abogado de Warrensburg (estado esclavista de Missouri) Un terrateniente con mano de obra de negros y negras, pleiteó con otro terrateniente por matar a uno de sus más de 200 perros. Que, entre cosas, se utilizaban para comerse a los negros que huían. Hay un libro que dice que cierta raza se alimentaba de carne humana de piel negra: año 1869. ¿Hasta qué grado de incultura y bestialidad podemos llegar cuando una frase esclavista es repetida por el progresismo medieval animalista? Usar esa frase retrata a quien la afirma y nos dirige en rebaño hacia el chiquero de la nueva verdad, en un salto de manipulación genética hacia atrás… Hasta que llega San Fermín. Hasta que llega el toreo. Y el vino vuelve a ser el mejor amigo del hombre.

Brindemos con él y sobre él por los 100 años de la plaza. Mejor con vino bueno, Rioja o Ribera, no me ofrezcan innovaciones. No me ofrezcan frases sacadas del contexto de lo inhumano y lo vergonzante.

Brindemos por el universo humano libre y su natural caos, representado en el toreo. Que no es otra cosa que ordenar los corazones independientes de las gentes y movilidad de condición distinta de los toros. Porque todo nace en el desorden del caos. Para que el toreo lo ordene, lo reduzca, le de compás.

Caos en el encierro, el primitivismo televisivo más cavernario. Caos en lo imprevisible de la animalidad natural del del toro. Y del ser humano, que es animal. El toreo y Pamplona son el hombre en estado natural, pueblo, cruce de caminos de razas y culturas. Donde el toreo manda porque nadie que no sea el toreo puede mandar. Nada hay más libre, más natural, más humano, que este desorden del caos, lienzo manchado de uvas pisadas, que toman forma de arte en una botella de vino bueno. Como toma forma de embestida la movilidad de un toro en la muleta de un torero.

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