La actitud de Sergio Sánchez y el toreo de El Mella, antes de la suspensión en Olivenza
Está el mes de marzo para pocas plegarias a San Isidro. Comenzó la Feria de Olivenza mirando al cielo en busca, esta vez, de una tregua que solo respetó en una faena al primero secuestrada por el viento. Cuando éste amainó, la tarde entró en un diluvio constante. Una cortina de agua que, lejos de ir perder intensidad, fue a más. Nunca llueve a gusto de todos. ‘¿Y por qué hoy?’, tuvieron que preguntarse los novilleros. Especialmente, Sergio Sánchez y El Mella para los que su tarde era un San Isidro adelantado. Una tarde de épica de Sergio Sánchez desafiando incluso a la conciencia. La faena de más poso y rotundidad corrió a cargo de El Mella, mientras que Zulueta cortó una oreja tras cambiar al último momento el orden de lidia adelantándose al acontecimiento.
La faena de la tarde llevó la firma de El Mella. El segundo fue un utrero, como toda la novillada, armónico y fino de hechuras, estrecho de sienes y buen cuello, al que el extremeño cuajó una gran recibo a la verónica. Más profundas, con la mano más baja, las del pitón derecho. Por ese lado, comenzó Sergio su faena de hinojos en el tercio, encajando la figura. Embistió el utrero de categoría en la muleta, aunque siempre abriéndose en exceso, marcando su tendencia a las tablas. En ese ir y venir, todo lo quiso hacer con el pitón de dentro. El Mella labró una faena sólida que llegó más al público cuando bajó la mano y obligó al astado en la línea curva. Dejó media estocada y paseó un oreja.
Inauguró el marcador de la tarde y de la feria Sergio Sánchez en el primero, un utrero de buen embroque, al que le faltó pujanza y no le benefició el estado del ruedo en su falta de apoyos. Puso voluntad el extremeño en una faena secuestrada por el viento y por la necesidad de hacer todo con mucha sutileza, para no desplazar al de Talavante. Tras una estocada efectiva, paseó una oreja.
El sentido común casi obligaba a tomar una decisión tras el tercero, cuando Javier Zulueta hizo un verdadero esfuerzo por torear bien, mientras las zapatillas se enterraban en un barro y en un ruedo que dificultaba valorar la condición del astado. Tuvo mucho mérito y por eso la oreja fue justa.
Sin embargo, Sergio Sánchez se fue a la puerta de toriles cuando el ruedo ya era un círculo de agua que comprometía en exceso a los actuantes. Tiró de épica para aprovechar la oportunidad de su San Isidro en marzo. Una faena de actitud y de raza, que fue reconocida con dos orejas tras manejar de nuevo el acero con acierto y contar con la sensibilidad del palco. En la vuelta al ruedo, el cielo se abrió aún más, y eso que parecía casi imposible, y el presidente puso el sentido común que precisaba el momento: la suspensión. Algo que también pedía ya el público, después de buscar refugio a medida que se fue desarrollando el festejo. Mientras, habrá que dejar a San Isidro en la ermita y sacarlo para rogar que el tiempo no imposibilite la reaparición de Morante mañana. Olivenza y su San Isidro en marzo
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Olivenza, Badajoz. Primer festejo de la Feria del Toro de Olivenza 2025. Menos de media entrada, en tarde desapacible y de lluvia intermitente Novillos de Talavante, bien presentados, de armónicas hechuras y de noble juego en su conjunto. El más destacado fue el segundo, embistiendo con el pitón de dentro.
• SERGIO SÁNCHEZ, oreja y dos orejas
• SERGIO DOMÍNGUEZ ‘EL MELLA’, oreja
• JAVIER ZULUETA, oreja
Incidencias: El inicio del festejo se retrasó 15 minutos por el acondicionamiento del ruedo tras las lluvias caídas en la localidad pacense.
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