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miércoles, 19 de marzo de 2025

Valencia. 19.03.2025. Román y Borja Jiménez, mano a mano. Toros de La Quinta

 

Majestad, esto es el toreo

El milagro de Borja, la ‘machada’ con cinco toros de Román y un extraordinario ‘Famoso’ de La Quinta


El reloj de la plaza de toros de Valencia rondaba las ocho menos veinte, cuando Román salía por la Puerta Grande tras matar cinco toros y conseguir su proeza no escrita a las cinco de la tarde Más de dos horas y media de festejo que, lejos de hacerse largo, fue un compendio de toda la Tauromaquia. Una tarde desnuda, por encima de cualquier registro, de Román y con la verdad más absoluta de Borja Jiménez, cogido de manera dramática al entrar a matar al segundo. Dos caras de una moneda que encierra el toreo. Si Homero se hubiera acercado a una plaza de toros, su Ilíada hubiera sido más epopeya, y más verdad. Una importante corrida de La Quinta que colocó al toro en su lugar en un muestrario de variedad que dio emoción y contenido a la tarde. De la bravura de varios toros importantes a la mansedumbre del sexto. Del triunfo a la muerte. Y, también con sangre. Su majestad, esto es el toreo.




Había salido para cerrar la feria un sol de justicia en un ciclo pasado por agua. Y en unas fiestas de fuego, el calor era necesario. Respondió la gente al mano a mano con un gran ambiente en los tendidos, que se trasladó a una sensibilidad durante los dos primeros tercios hasta que ‘Farolillo’ cortó de un hachazo el ambiente. Se tiró a matar con todo Borja Jiménez. Había marcado ya el toro de La Quinta, muy en Ybarra en sus hechuras, su poco embroque y fue certero, a la vez que violento. Perdido el pitón en la chaquetilla, el sevillano pasó de pitón a pitón, con varios segundos colgados. La brutalidad de la escena dibujó el peor de los escenarios. Los flashes de memoria de percances trágicos fueron más presente que nunca. Del grito, al silencio. Todas las miradas estaban puestas en la enfermería hasta que se fue confirmando un milagro.

Antes había dejado Borja Jiménez una faena muy seria y mucho mérito por ser el primer toro de la temporada. De pasar un trago en pleno mes de agosto ya cuando cuerpo y cabeza están metidos en plena temporada. El toro de La Quinta no se empleó en el caballo y el castigo fue mínimo. Muy entero, el comienzo por doblones de Borja Jiménez fue soberbio, porque valió para atemperar la embestida e imponerse a ella. Un cambio de mano y un natural fueron los muletazos de la tarde. Ya en la faena, el toro marcó su embroque escaso y su nulo juego. Un juego hábil de piernas del sevillano, para imponerse a la embestida. Toque fuerte y echar la moneda al aire. Siempre fue de cara, aunque en la última embestida cayó cruz.

Tuvo la tarde de Román el mayor mérito de sobreponerse a las circunstancias. De no darse por vencido y jugarse los muslos, después de rozar el trance. De estar siempre a favor de obra, ser generoso en el espectáculo, aunque las estructuras de las faenas no siempre fue fina. Una oreja tenía cortada del buen primero, un toro serio que marcó su humillación y su buena embestida de salida. En la muleta, siempre fueron precisos los terrenos paralelos a tablas, agradeciendo el toro un tiempo entre muletazo y muletazo, así como un embroque muy sutil con la muleta en la arena. Una teoría que el viento convirtió en difícil práctica. A unas tandas con ritmo correcto, le siguieron otras más dispares en su velocidad. La estocada hizo guardia y emborronó todo.

Seguía todavía la plaza pendiente de la enfermería y con una sensación fría en el cuerpo, cuando salió el tercero, el toro de la ‘polémica’ en corrales. El tipo de toro que no era para Valencia, según los veterinarios, y que el público recibió con una ovación. Un total despropósito, pues, además, como era fácil adivinar en sus hechuras, fue el de embestida más entregada en la muleta. Bajo de hechuras, con cuello, acodado de pitones, con perfil. El brindis de Román en la enfermería puso en pie a la plaza, que todavía se estaba recuperando. Fue el de La Quinta toro de bravura sin inercias por el pitón derecho, por donde llegaron los mejores momentos. Dos series tirando de la embestida fue lo mejor dentro de una serie que contó con menos acople al natural. Tampoco lo facilitó el viento. De nuevo, los terrenos paralelos a tablas fueron los más adecuadas.

Se corrió turno y en cuarto lugar salió el que estaba destinado como quinto. En la enfermería, Borja Jiménez estaba desarrollando una proeza, solicitando matar sus dos toros los últimos de la corrida. Finalmente, no pudo ser, pero su gallardía bien merece ser contada. Un toro encastado de La Quinta, de dura prueba y exigencia máxima en la muleta, con el que volvió a dejar Román una faena más gallarda que de lucimiento. Pero cuando hay emoción y verdad, no importa la imperfección. Lo mejor volvió por el pitón derecho. Tras la estocada, paseó una oreja. 

Ya estaba el ambiente de parte de la corrida, cuando Román puso en suerte al quinto. Se arrancó el animal en rectitud al caballo de Francisco Ponz Puchano, que colocó un puyazo en toda la yema. Generoso, colocó el valenciano en el centro del ruedo. Una oda a la suerte de varas. Se arrancó el toro en galope, tiró Puchano el palo y la puya se enteró en la cárdena piel en el sitio que mandan los cánones y varios metros antes. Majestad, esto es el toreo. La plaza fue un hervidero que continuó en banderillas, cuando Juan Sierra se la jugó en dos pares asomados al balcón de los pitones. Por gallardía y vergüenza torera, no saludó la ovación del respetable al estar su matador en la enfermería. Majestad, esto es el toreo. En la muleta, requirió de nuevo el toro los terrenos paralelos a tablas y un exquisito trazo. Volvió a dejar los mejores muletazos Román sobre la diestra en una faena sincera, entregada, desnuda ya en la tarde. Y ante eso, los registros podrán ser matizados, una tanda será más fina que otra, pero la oreja fue justa después de la media estocada y de la mentalidad expuesta en una tarde dura. La de ponerse y jugarse los muslos cuando la tragedia ha viajado cerca.

El sexto, acodado de pitones y más basto de hechuras, marcó su querencia y su mansedumbre de salida. Arreó en la suerte de varas, derribando con saña e hirió al animal. Puso las cosas complicadas en banderillas y el presidente cambió con tres rehiletes. Toro para otra lidia, pues nunca quiso el lucimiento y siempre huyó de la pelea. No estuvo acertado con el acero. Su majestad, esto es el toreo.

Ficha del Festejo:

Hierro La Quinta - EspañaPlaza de toros de Valencia, Comunidad Valenciana. Última corrida de toros de la Feria de Fallas 2025. Más de tres cuartos de entrada. Toros de La Quinta, bien presentados, serios y de gran juego. Corrida muy encastada con varios toros de triunfo. Importante el quinto -pon los datos, premiado con la vuelta al ruedo. De igual nota, o superior, el tercero, de embestida más entregada. Encastado el cuarto. Bueno el primero. Complicado el segundo. El sexto, manso.

• ROMÁN, ovación, ovación tras aviso, oreja tras aviso, oreja y silencio tras aviso. 

• BORJA JIMÉNEZ, cogido

Incidencias: Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA. Los dos matadores de toros fueron obligados a recoger una ovación en el tercio después del paseíllo. Tras la cogida de Borja Jiménez, se corrió turno con el cuarto y quinto toro, a la espera de ver si existía la posibilidad de que el sevillano saliera a matar sus dos respectivos toros. Finalmente, Román tuvo que hacerse cargo de la corrida. 

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