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domingo, 6 de noviembre de 2011

El duque de Rivas


"Lo he oído referir cien veces. Sucedió al duque de Rivas, cuando todavía no lo era. Dicen que cierto inglés, curioso de Andalucía trabó amistad con otro pasajero yendo ambos, río abajo, en la cubierta de un barquichuelo de los que hacían servicio en el Guadalquivir. Hablaron de campo, de caballos, y de toros, hablaron luego de arte, de viajes, de literatura. El interlocutor de nuestro inglés de todo hablaba y de todo sabía. Era hombre alto, enjuto,de nariz aguileña y belfo rasurado. Vestía traje corto, zahones, bota y cordobés. Pese al pergeño,aquel hombre tenía las más corteses maneras, y se expresabe fácilmente en varios idiomas. Había vivido en Malta, en Italia, en Londres; pintaba, hacía versos y había guerreado al eco de Bailén. Cuando el barco tocó junto a los álamos , él se alargó su diestra hacia el inglés , alzó el sombrero y murmuró: Ángel Saavedra. Pisó tierra, montó una jaca marismeña y, empuñando una garrocha servida por el mozo que allí le aguardaba, salió al galope, martilleando el aire, en tanto que el inglés, estupefacto, anotaba en su cuaderno de viaje : En España, los hombres de mayor cultura y distinción son , sin duda, los picadores de toros".
Antonio de Marichalar (1893-1973)

3 comentarios:

  1. Sospecho que es verídico. Los anglosajones son especialistas en este tipo de errores. Podría decirse que es parte de su cultura.

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  2. Quizás no tuviere importancia, pues bien pudiera ser, tan solo, la clásica y distinta forma de ver las cosas de la culta "lapicería" inglesa.
    BN.

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  3. Falta la canción de hoy.

    http://youtu.be/Fd_JDrnBMMA

    Bailas?

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