Hoy mi chico mayor tenía deberes y le tocaba leer un mini cuento sobre una rosa y un abejorro, que me ha hecho pensar en la ilusión, tanto en el sentido de distorsión de la realidad, como en el sentido de los deseos y anhelos. Una rosa le preguntaba a un abejorro como era el mundo y el abejorro le contaba a la rosa su versión de como era, ya que él podía viajar y la rosa no. La rosa anhelaba conocer el mundo. El abejorro le hablaba de sus viajes y muchas veces de lo hermosas que son las luciérnagas. Cuando una luciérnaga se posa en la rosa, a la rosa le parece un bicho feo y vulgar, lejos del ser maravilloso que le había descrito el abejorro y es en ese momento, cuando piensa que como el mundo es más bonito a los ojos del abejorro, prefiere conocerlo por lo que le cuentan, pues es más hermoso así. Me he quedado pensando cuales son las posibles moralejas del cuento...
Tal vez que una sola cosa tiene tantas perspectivas como ojos humanos existan. Lo que para ti es bello, para mí puede ser insulso.
ResponderEliminar¿Y la ilusión dónde está?, es una buena pregunta. A mí me la hizo mi madre no hace demasiado tiempo y quien sabe......
Experimentar la vida es vivirla, lo otro parece un sucédaneo. Pero ver el mundo a través de los ojos de otros también puede ser una experiencia vital y hermosa. No sé si me hago un lío.
ResponderEliminarSaludos!
Hay un cuento de un ciego que todos los días le cuenta a su compañero de habitación lo que ve por la ventana del hospital, cuando el ciego muere el otro paciente pide que le cambien a la cama que esta cerca de la ventana para ver los jardines y la enfermera le dice que la ventana da a una pared de ladrillo.
ResponderEliminarCada conclusión será distinta, mejor ver antes de creer. (Moraleja)
ResponderEliminarInfinitas, mejor no filosofar sobre ellas.
ResponderEliminarAlgo siniestras para los amigos de la aventura. Que te quedes en casa que es mejor imaginar que ver mundo. Y no es cierto pero tampoco falso. En el mundo están los que necesitan estímulos externos y necesitan hacer cosas y no parar quietos. Otros se estimulan más de dentro afuera y con la imaginación les basta. Abejorro o Rosa ambas opciones son sólidas.
ResponderEliminarYo lo tengo claro...
ResponderEliminarMás vale malo conocido que bueno por conocer,como decía el refrán...
Nada más poderoso que la imaginación y la mayoría de las veces por no decir todas...más gratificante.
Besos.
Yo soy un poco como la rosa, de la rama de los (en)soñadores..
ResponderEliminar:)
Un abrazo
Son necesarios más datos, que el cuento oculta, por ejemplo, la profesión del abejorro, si es un consejero delegado o un director general, todo lo que le cuente sólo estará al servicio de sus intereses; además de la profesión habría que saber también si el abejorro es gilipollas en cuyo caso también describiría todo tan bellamente, eso sí, sin intención.
ResponderEliminarMoraleja: Las ilusiones vienen del cielo, y los errores de nosotros mismos.
jajajajjajajja.
EliminarAsi que no considera usted que visite sus laureles?bueno, su laurel??jajajaja, esta si que es buena..
siempre Pitt siempre!!!!!!!!porque forma parte ya de mi mundo!;)
Bss elegantes y glamourosos para el laurel, perdón! desde el laurel!;)
Yo también, pepe deapié, yo también.
ResponderEliminarLa vida es algo que hay que morder y en cada boca tiene un sabor...
ResponderEliminarO algo así, :)
Besoss
!!Hola!!
ResponderEliminarLas expectativas son muy traicioneras,son las q inclinan la balanza de lo bello a lo feo o vulgar,según el ojo del q lo mire,por supuesto.
La rosa vivirá llena de incertidumbre,marchitándose en un mundo irreal, por temor a sufrir un desengaño.Muy licito,pero tremendamente equivocado.
Besos.Me ha gustado mucho.
Si miras al mundo sin prejucios, puede que te sorprenda, y esa posibilidad debería servirnos para mantener los ojos abiertos y la ilusión intacta.
ResponderEliminarSoñar es grato y reparador. La rosa conocería su pequeño mundo experimentando la sensación de fealdad que le causó la luciérnaga y mediante otras vivencias, sólo que prefiere la narración del abejorro que cuenta según su punto de vista, no miente. Sería como si la rosa escuchara a un trovador o viera una obra de teatro o una película o leyera poesías u otra forma de ficción.
ResponderEliminarEs diferente al caso de la canción que recordé inmediatamente al leer la entrada, que dice algo así como: "Miénteme más que al mentirme me das la ilusión que me quieres con el corazón aunque no sea verdad. Miénteme más que al mentirme me haces feliz..."
Insisto que la versión original de la historia de la ventana en el hospital que recibí, en inglés desde un país angloparlante, por correo electrónico, hace muchos años e incluía la descripción de un estanque con cisnes, terminaba en que no había ventana, sólo una pared lisa y calza mejor con el resto del relato.
Un cordial saludo.
Pues para mi es similar a la prueba del puddin sobre la que hablábais hace poco...
ResponderEliminarTe devuelvo y agradezco la visita que me hiciste y me encuentro con un blog muy creativo y filosófico, que me gusta y al que pienso volver.
ResponderEliminarComo tengo dualidades constantes (y mucho del signo de Libra) oscilo entre la rosa -que debe forzosamente escuchar la versión abejórrica- y la del bicho, que tiene la suerte de volar y tener sus propias vivencias... y después contarlas a su gusto y piacere!!!
Saludos
Pues que no nos conformemeos con lo que nos cuentan otros, lo mejor es descubrirlo y vivirlo intensamente nosotros.
ResponderEliminarLa ilusión esta en cada acto realizado día a día aunque ésta vaya disfrazada de rutina.
Besos de gofio.
Bueno. Tengo que daros a todos las gracias por vuestros comentarios y no tanto por el hecho de comentar, que también se agradece, sino por el contenido de los mismos y lo que en ellos se refleja: Distintas actitudes vitales, distintos matices, preciosas frases como "La ilusión está en cada acto realizado día a día, aunque ésta vaya disfrazada de rutina" (como pasa la vida a veces sin que sepamos disfrutar tantos instantes...), etc. En fin, que gracias a todos.
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