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lunes, 19 de diciembre de 2022

Como se viste un torero

 

Sepa cómo se visten los toreros en cinco pasos

El vestido de luces, con un coste medio de 4.000 euros, tiene un peso de cinco kilogramos y es excesivamente rígido.

 

ABC Sevilla

JESÚS BAYORT

01/09/2018

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Una hora. Ese el tiempo que tarda un torero aproximadamente en vestirse al completo. El traje de luces, que tarda un mes en ser diseñado y confeccionado por los sastres, no solo se compone de taleguillas, chalequillo y chaquetilla; los complementos son cuantiosos, desde unos pantys interiores hasta el «tornillo » que agarra un mechón de pelo y sostiene al añadido.

Los mozos de espadas se descomponen cuando el torero tarda más de la cuenta en salir de la ducha. El tiempo apremia. Estos ayudantes de los diestros son los encargados de tener perfectamente situada y preparada la ropa de torear que lucirá esa tarde el torero.

 

El mundo taurino, provocado por el alto riesgo que supone ponerse delante de un morlaco, es el gremio con mayores manías que se pueda conocer. Unos comienzan a vestirse por las medias, otros con el pie derecho, algunos por la castañeta, y lo que ninguno tolera es que la montera se apoye en la cama (señal de torero caído).

ABC de Sevilla visita la sastrería taurina de Pedro Algaba, en la calle Adriano, donde se realizó la prueba de un vestido al novillero Pablo Páez, reciente finalista del ciclo de promoción de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

1. Las medias y los pantys

Las taleguillas están diseñadas con tanto ajuste al cuerpo que los toreros necesitan ayuda de un elemento externo para conseguir que el pantalón les llegue hasta el punto de encaje. Antiguamente los toreros usaban una especie de calzón con el fin de que resbalase la taleguilla; hoy día utilizan unos pantys de mujer que, por lo general, son de usar y tirar porque las «carreras» son constantes de tanto estirar.

Una vez colocado el panty se ponen las medias. Siempre son rosas, excepto algún motivo puntual como goyescas en donde el torero las usan blanca. Dentro de las medias rosas hay tres modalidades: con espiga (negra o rosa) o sin ella. Las medias también van por tallas y se miden en función de donde quede colocada la espiga en la pierna: entre el peroné y los machos de las taleguillas. En la parte superior del calcetín se colocan unas ligas para que no cedan hacia abajo durante la lidia.

2. Las taleguillas y las zapatillas

A continuación el torero ya se encaja las taleguillas que deberán ir «resbalando» hasta llegar a la «cruz», que es el punto de encaje total. El mozo de espadas le irá dando leves tirones de los extremos superiores para facilitarlo. Cuando lo consiga le pondrá los tirantes. Ahí llega el momento más laborioso de la faena: atar los machos. El mozo de espadas hará un nudo con un cordón que aparece en el extremo inferior de las taleguillas y en el que se sujetan los dos machos.

Una vez anudados los machos se yudará de un gancho para ir cerrando la botonera, de la que únicamente quedarán visibles media parte de los machos. Los banderilleros, a diferencia de sus jefes de filas, no tienen la ayuda de un mozo de espadas que les haga estas labores, siendo ellos autónomos en todo momento para vestirse incluso en este proceso de amarrarse los machos que, junto a la colocación de la castañeta, es el trámite más difícil.

3. La camisa y el corbatín

Vuelta a empezar. Con los machos ya apretados, vuelven a desprenderse de los tirantes y bajar la zona alta de la taleguilla hasta la ingle. Es el momento de ponerse la camisa y el corbatín. La camisa clásica siempre ha sido con chorrera, pero no pocos usan hoy una camisa lisa y ajustada. La corbata generalmente es negra aunque se combinan colores en conjunción con los colores de las perlas de la chaquetilla. La camisa lleva en su parte inferior unos lazos a cada lado para que, una vez abotonada, se doble pos la mitad y se ate y así la parte inferior no forme arrugas visibles con la taleguilla ajustada.

4. Chalequillo y chaquetilla

Sólo queda la zona del torso por colocar: chalequillo y chaquetilla. Algunos chalequillos traen hoy día incorporado en el dorso una imitación del fajín porque muchos toreros le temen ante la posibilidad de que el toros les enganche por esa zona y sea difícil soltarse.

La chaquetilla está compuesta, en primer lugar, por la entretela que es un armazón. Hasta siete telas pegadas con calor lleva para que consiga la rigidez necesaria para ser estética. El torero necesita la ayuda del mozo de espadas para ser colocada. Es la parte del vestido que más comprime los movimientos del torero.

5. Montera y castañeta

La castañeta no necesita obligatoriamente un instante concreto en el que sea colocada. Algunos toreros lo prefieren al inicio y otros al final.

Para colocar el añadido es necesario «pillar» un mechón de pelo con un «tornillo» (una especie de horquilla que se cierra con una rosca). El mechón de pelo no se selecciona al azar: para ello, el torero se cala primeramente la montera y el mozo de espadas escoge el más centrado y próximo a la finalización de la montera para que, posteriormente, el añadido quede perpendicular.

Una vez que el «tornillo» está cogido, el torero se desprende de la montera y se ata la castañeta (con un lazo/elástico que tiene en su interior) alrededor de él. Aquí encuentran un serio problema los toreros que sufren de calvicie: no tienen como atársela; entonces, la mayoría opta por coserla al extremo de la montera aunque no quede igual de sujeta y se tambalee con los movimientos.

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