La memoria de Julio Robles sigue viva en los aficionados que lo siguen venerando.
Falleció el 14 de enero de 2001 en un hospital de Salamanca a la edad de 49 años, tras sufrir una peritonitis. Un año más tarde el alcalde de Salamanca colocó una estatua junto a la plaza de toros en homenaje al diestro. Fue considerado un torero de corte clásico, profundo, calidad, pureza y artista.
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