Historia y evolución del traje de luces de los toreros
El toreo antes del Siglo XVII no era considerado
una profesión, era uno de esos alardes de habilidad y hombría que el ser humano mostraba
jugando y luchando de tu a tu con el toro bravo y que emanaban del propio
pueblo. Por lo tanto cada cual dependiendo de su grado social realizaba dicho
juego con sus propias vestimentas. Por aquel entonces el toreo a caballo, propio de los nobles, era lo mas destacado, lancear toros era lo
que solían hacer. Los pajes eran ayudantes de los caballeros desde la arena, en
los años venideros estos cobrarían mayor importancia y darían paso al toreo a
pie.
Los primeros trajes de
toreros a pie datan de las primeras décadas del Siglo XVII cuando los toreros
de a pie, aragoneses, navarros y andaluces comenzaban a acudir junto a sus
cuadrillas con indumentarias más elaboradas, entre ellas los tocados, lo que
posteriormente evolucionaría en monteras, y las bandas. Aquello dio paso a que
comenzara a llamárseles bandas de toreros.
Calzón, coleto de ante
negro, mangas acolchadas con terciopelo negro y cinturón bien ceñido eran las
prendas que formaban el vestido de torear en aquel Siglo.
En 1730 los toreros, llamados toreadores, fueron vestidos por la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, con vestidos de color grana con
galón blanco; acabó siendo el uniforme oficial de la Maestranza. Este encarnado
y blanco se mantuvo durante más de 60 años como uniforme oficial. Fuera de Sevilla, como en Madrid, Granada y Aranjuez, los toreros tenían
cierta libertad en los colores y adornos de sus trajes, siempre que fueran
sobrios.
El torero sevillano 'Costillares' (1743-1800) óleo de Francisco Domingo Marqués, Museo Lázaro Galdiano
Pero realmente la revolución
del traje de torear la introdujo «COSTILLARES» en 1787, durante una corrida la
cuadrilla del maestro vistió un trajes de color verde, con galones de plata
brillante y con hojuelas de plata para las costuras (lo que evolucionaría en
las actuales lentejuelas), aquel hecho quedó retratado por uno de los más
ilustres aragoneses, D. Francisco de Goya quien inmortaliza a los toreros
con un tocado en la cabeza y el pelo recogido en una redecilla negra.
Más adelante los materiales del vestido de torear fueron sustituidos, se
cambió el ante por la seda; adoptándose el traje de majo, que ha llegado hasta nuestros días.
Francisco de Paula José Joaquín Juan Montes Reina, más conocido como Paquiro (1805-1851)
Entre 1830 y 1835, “Paquiro” se presenta sin
la típica redecilla y aparece con la montera. Las primeras
monteras eran de gran tamaño y más altas que las actuales (algunos las achacan
como origen napoleónico); realizadas en Astrakán y adornadas con borlas en los
laterales. “Paquiro” también introduce en el traje
las “luces”, a través de las lentejuelas, una gran novedad, y
muy estética, para la época.
En el Siglo XX con cambios no
excesivamente significativos en la vestimenta comienzan elaborarse
vestidos de torear más ceñidos que eviten enganchones al torear, con cambios en
los tejidos y las dimensiones de las chaquetillas o alamares el vestido de los
toreros actuales es el de hace 120 años.
Fuente: https://imanolsanchez.com/historia-del-traje-de-luces-de-los-toreros
Imanol Sánchez es un torero, comunicador e influencer aragonés.
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