Triste encierro de El Pilar para la reflexión de Madrid
Urdiales, Aguado y De Manuel no tuvieron opciones de lucimiento en una de las tardes más descafeinadas del San Isidro
Crónica de la 16º de la Feria de San Isidro
En época de escaso toreo con el capote, Diego Urdiales y Pablo Aguado pusieron caro el lance de la verónica, alzándose con uno de los momentos de la feria. En la jornada de reflexión, ambos diestros mostraron el más puro arte del toreo de capa. Sublime resultaron las verónicas de Urdiales, asentando primero las zapatillas en el ruedo para: embrocar, llevar y soltar. Sin inercias ninguna. ¡Qué maravilla! ¡Y qué difícil torear así! Más si cabe cuando el tren que pasa tiene una largura kilométrica. No se quedó atrás Pablo Aguado, que paró el tiempo con el segundo. De figura natural, pies juntos, trayéndose la embestida para una reunión perfecta entre cintura y pecho. Con varios momentos de majestuosidad a mitad del lance. Muy profundos. Y varias medias que se alzaron como monumentos en el centro del ruedo. Con el toro más preparado y dificultoso para torear desde el inicio. Tuvo la tarde también la actitud de Francisco de Manuel, que dio una vuelta al ruedo tras una faena de garra a un complicado toro de Conde de Mayalde. Los de El Pilar, con tanto esqueleto como vacíos de bravura y fuerza, sumieron la tarde en un ambiente denso que dio tiempo al indeciso a leerse todos los programas electorales. ¡Y mira que no son pocos!
Video resumen:
No hay comentarios:
Publicar un comentario