Entreacto de la ópera Thaïs, estrenada en la Ópera Garnier de París en marzo de 1894.
Lo que no podía saber Massenet es que de su obra lo que sobreviviría con vida propia es un entreacto musical, entre la primera y la segunda escena del Acto II. Mientras Thaïs medita sobre la propuesta del monje de dejar la vida de lujuria y placer y cambiarla por su salvación a través de Dios. Es la meditación de Thaïs.
No le voy a quitar mérito al autor, por supuesto, pero esta chica, desde que era una niña me tiene enamorada, su forma de tocar el violín es más que un don o una virtud.
ResponderEliminarTú a que conclusión llegarías? lujuría o monje?????
El mismo monje cenobita de la obra responde a mi conclusión. Reprocha la actitud desenfrenada y lasciva de Thaïs pero, en el fondo, desea poseerla y termina por confesarle su amor.
ResponderEliminarTodos los monjes cenobitas somos iguales.
Con respecto a Sarah Chang, Yehudi Menuhin la llamó: "la más maravillosa, la más perfecta, la violinista más ideal que he escuchado".
precioso, todavía lo estoy escuchando de fondo mientras escribo esto.
ResponderEliminarEl violín siempre ha tenido algo de magia para mí.