Entre otras muchas cosas que me siguen sorprendiendo de la matemática, está el tratamiento de lo infinito, aún habiendo aprehendido algo el concepto o su tratamiento. Pensemos en sumar la siguiente serie infinita (a cuya suma, en un alarde de originalidad, llamaremos S):
S= 1 - 1 +1 -1 + .....
Bueno, ¿ cuánto suma ésto ?
Si hacemos lo siguiente S = (1-1) + (1-1) + (1-1) + .... diríamos que la suma es cero.
Si hacemos lo siguiente S = 1 + (-1+1) + (-1 + 1) + (-1+1) + ... diríamos que la suma es uno
Aún podemos hacer muchas más cosas, entre ellas ésta:
1- S = 1 - (1-1+1-1+......) = S, de modo que S=1/2
Difícil decirlo ¿no?. Durante mucho tiempo este tipo de series fué objeto de disputas entre los matemáticos.
La cuestión es que lo infinito no se puede tratar igual que lo finito y determinadas operaciones que sobre lo finito son válidas, al tratar con lo infinito no lo son en absoluto, como por ejemplo las agrupaciones realizadas.
Otra idea al respecto es: si paramos la serie en un punto aleatorio, no en el infinito, la suma será cero o uno, así que en unos términos probabilísticos, la suma de la serie sería 1/2.
Al final de todo, por no extenderme mucho más, ni entrar en ciertas honduras, resultó que el concepto de suma fué extendido por los matemáticos para tratar con este tipo de problemas. Digamos que, en el sentido tradicional esta serie no tiene suma definida y con otros conceptos de suma, esta serie tiene como suma 1/2.
Resulta curioso como las cosas aparentemente más sencillas, se complican "en contacto con el infinito".
Hale, otra chapa matemática.