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martes, 29 de septiembre de 2020

Besos

 

 Los besos son importantes. Por culpa de un beso de buenas noches denegado por su madre cuando era niño, Proust teje toda una neurosis familiar en forma de novelón asmático, policromado, que en el fondo es todo él una indagación detectivesca alrededor de los besos furtivos o fantasmales, de los besos no dados o no recibidos o dados y recibidos a destiempo o a las personas equivocadas. Besos con sabor a magdalena mojada en té de lágrimas o besos con sabor a playa normanda o besos de bocas pequeñas, en un permanente carnaval de celos y de labios. Triste pero forzoso es admitir que los besos no recibidos han hecho más por la literatura que los besos recibidos.

sábado, 26 de septiembre de 2020

jueves, 24 de septiembre de 2020

El ocio

 


Defiendo muy a menudo el ocio en oposición al neg-ocio o lo que llamo negación del ocio. El trabajo solo constituye un yugo por el hecho indiscutible de tener que ganarse la vida para poder comer, para poder seguir viviendo,  pero no aporta nada verdaderamente importante en otro plano que no sea el material.

Las personas más ocupadas son las menos creativas porque la imaginación, las ideas y la inspiración llegan despacio, sin avisar en los momentos de calma, de ocio. No tengas remordimientos ni pienses que pierdes el tiempo si decides irte a pasear solo y tranquilo todos los días. Te estás entregando a tu imaginación, a tu amor y a tu inteligencia.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Efemérides

 


Tal día como hoy, en el 63 a.C., nace en Roma, Cayo Julio César Octaviano Augusto, que será coronado emperador bajo el nombre de César Augusto, durante 41 años, desde el 27 a.C.  hasta su muerte en 14 d.C. Durante su mandato su hegemonía territorial será tan firme que el imperio vivirá una etapa de tranquilidad y prosperidad, la llamada “Pax Romana”, auténtica edad de oro de esta civilización.

Caesaraugusta fue el nombre de la ciudad romana de nuestra actual Zaragoza, fundada en el año 14 a.C., posiblemente el 23 de diciembre (seguramente para hacerla coincidir también con la fecha de mi nacimiento siglos después), sobre la ciudad ibérica intensamente romanizada de Salduie, y reglamentada por una ‘carta de fundación’ legislativa y por las instituciones del pueblo romano, estando considerada con una categoría política más favorable a Roma y de mayor prestigio.

Una ciudad con más de dos milenios de historia y un equipo de fútbol en Segunda División.

P.S. Esto nos viene a demostrar que una ciudad puede haber sido muy importante y con el paso del tiempo 'como equipo' ser una mierda, y no hablo de Madrid, por lo menos hoy. A buen entendedor...

lunes, 21 de septiembre de 2020

Sanidad


 Última hora: Un ciudadano ha ingresado cadáver en un hospital de Vallecas y le han dado cita para noviembre.

Se me olvidaba, le han dicho que si eso ya le llamarán por teléfono porque no hay visitas presenciales.

domingo, 20 de septiembre de 2020

La sátira

 



Desde ‘Las nubes’ de Aristófanes, pasando por ‘Doña Perfecta’ de Galdós, ‘Los días felices’ de Samuel Beckett, hasta ‘El informe de Brodie’ de Borges; las películas ‘El gran dictador’ de Chaplin, ‘¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’, de Kubrick o ‘¡Bienvenido Mr. Marshall!’, de Berlanga… y tantas otra obras son ejemplos perfectos del arte de ofender con destreza artística. Porque la sátira no es vituperio.  
El texto satírico que, si es eficaz, ofende, debe hacerlo no solo con justicia sino sutilmente. Para ser sátira, el impulso de burlarse de lo ridículo debe ser un impulso artístico. Me gusta la sátira. Porque suele ser justa, porque suele señalar pretensiones falaces, porque hiere, porque denuncia, la sátira suele provocar la furia de aquellos a quien acusa. Los grandes autores han defendido la risa como herramienta ante la incongruencia. La sátira es parte de la historia de la literatura, aunque la reacción haya sido la censura, la prisión o la muerte.


viernes, 18 de septiembre de 2020

Dolor


 

Seguro de fascinar al alumnado, el profesor nos contaba la historia del escorpión que, atrapado en un círculo de fuego, se clavaba el aguijón a sí mismo porque prefería la muerte al dolor. 

Cualquier cementerio convencional confirma que el ser humano tampoco está por la tarea de sufrir: allí todo el mundo descansa por fin en paz. Yace uno confortablemente muerto, disgregado de su conciencia y sus sentidos, imposibilitado de tocar el arpa y saborear el vino, pero por lo menos libre de dolor. El dolor es mala manera de contemplar amaneceres y no hay peor dolor que el que perfora a uno mismo. Un dolor pasajero te rompe una tarde. Un dolor crónico es la medusa que, nadando dentro de tí, consiste en tu vida enteramente.

El dolor no sirve para nada, más que para sufrir, pero a partir de ahí puedes plantear las cosas con mucha conciencia, te puede dar conciencia de todo, percibimos a partir del dolor.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

martes, 15 de septiembre de 2020

La menarquía y la granada (a modo de relato)


"El verano que cumplió quince años, Melanie descubrió que estaba hecha de carne y sangre", así comienza "La juguetería mágica", novela de Ángela Carter. 

Esto me recuerda que se podría celebrar la primera menstruación de una niña, como apoyo al empoderamiento de la mujer, alejar tabúes y asumir con alegría este proceso biológico, con un ritual para dar a la joven la bienvenida a la comunidad de mujeres, como ya se hace de distintas formas en algunos lugares, en este caso utilizando elementos de los misterios eleusinos, aquellos ritos de inciación al culto de Perséfone, y que eran de los más importantes en la antigua Grecia.

La nueva mujer, en ayunas, a la que se honra, llevará un vestido tan rojo como la rica sangre de la vida, y una corona hecha de gavillas de grano sobre su frente. Para finalizar el ayuno hay que darle una tarta hecha con harina y menta, los mismos ingredientes utilizados en el kykeon en Eleusis. Finalmente, con el grupo de acompañantes femeninas, en el interior de una habitación crepuscular, contadle la historia de Perséfone, a la vez que una granada mordisqueada pasa de mujer a mujer manifestando el milagro de la sangre que las une.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Olvidar

 

En su "Memorias del subsuelo", Fiàdor Dostoievski escribió: "Todas las personas decentes mantenemos ocultas ciertas cosas en alguna parte recóndita de nuestra mente porque tenemos miedo de revelarlas incluso a nosotros mismos".

Olvidar tiene mala fama. Cuando no recordamos algo lo achacamos a nuestra mala memoria, sin embargo algunas investigaciones recientes afirman que olvidar es una actividad esencial que complementa a la de recordar, borrando lo superfluo y lo específico, nuestro sistema nervioso nos abre a lo imprevisible. En una sociedad que casi nos obliga a recordar personas y vivencias, la ciencia y la filosofía defienden el aspecto creativo y liberador del olvido.

La verdad es que el olvido, además, cura muchas heridas de la vida. Es fácil entender que olvidar alivia la tristeza de la pérdida de un ser querido. También nos ayuda a perdonar los agravios y a recuperar el entusiasmo después de sufrir alguna calamidad. Distanciarse de un ayer penoso facilita el restablecimiento de la paz interior, y anima a "pasar página" y abrirse de nuevo al mundo. Para las personas marcadas por fracasos o infortunios inolvidables, el desafío es explicarlos y entenderlos desde una perspectiva más lejana, menos personal, más amplia. Por ejemplo, aceptar que el sufrimiento y la humillación son elementos inevitables de la vida.

viernes, 11 de septiembre de 2020

Un piano

 

Imagínate un piano. Las teclas empiezan, las teclas acaban. Tú sabes que hay ochenta y ocho, sobre eso nadie puede engañarte. No son infinitas. Tú eres infinito, y con esas teclas es infinita la música que puedes crear.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Claro de luna




 Una noche paseaba Beethoven con un amigo por un barrio muy pobre de Bonn y oyeron un piano. Era como si tocara un ángel. Hipnotizado por la música, entró en la casa y se sorprendió: quien tocaba el piano era una jovencita ciega. Preguntó amablemente a la muchacha dónde había aprendido a tocar, a lo cual ella respondió que una vez habían vivido al lado de una mujer que estudiaba música, y quien pasaba gran parte de su tiempo practicando las obras del gran Maestro, Beethoven. Ella había aprendido a tocar muchas de las piezas del Maestro tan sólo oyendo practicar a su vecina.  ¡Escucha! dijo Beethoven, mientras caminaba hacia el piano, luego se sentó y tocó unos acordes de una de sus obras. Lágrimas cayeron de los ojos de la muchacha al momento en que ella reconoció la música, y luego con una voz trémula, le preguntó a él si era posible que fuera el gran Maestro en persona. “Si” respondió Beethoven; “tocaré para ti”. Como la habitación estaba en penumbra Beethoven se levantó, fue hacia la ventana, y la abrió, inundando la habitación con la luz de la luna. Luego de meditar unos momentos, se volvió y dijo: “Improvisaré una sonata a la luz de la luna”. Luego siguió la maravillosa composición que conocemos tan bien. Por eso escribió esta música: Claro de Luna.

martes, 8 de septiembre de 2020

Debate: 'cerrando el círculo' o '...como queríamos demostrar'

 


En muchas de las entradas que se refieren a cuestiones que llamo filosóficas o de las ideas siempre se suscita una lógica discusión en los comentarios aportando cada uno su punto de vista lo cual es sumamente enriquecedor... que si no todos los youtubers son idiotas o mala gente, que si es mejor tener todo tipo de experiencias y no solo serían deseables las más lisonjeras de esa tierra de nadie, que si la ansiedad para arriba o la ansiedad para abajo, que si la mierda esa del pensamiento positivo es muy buena... por eso quiero cerrar ese pequeño círculo con una reflexión, porque de ninguna manera es mi deseo tener razón con lo que se dice en el blog -soy un bloguero no un predicador- exceptuando lo de los influencers, ah, y lo del pensamiento positivo impuesto.

Esto es probablemente todo lo que uno puede pedir a la historia y, particularmente, a la historia de las ideas: no que resuelva asuntos, sino que eleve el nivel del debate.

Queda dicho.


domingo, 6 de septiembre de 2020

Pensamiento positivo, esa mierda


 

¿Ha perdido su trabajo? Qué gran oportunidad de cambiar su trayectoria. ¿Tiene una grave enfermedad? Quizá a partir de hoy disfrute de su vida como nunca antes. ¿No le gusta su casa? Recorte de una revista el hogar soñado, mírelo a menudo y… pronto estará viviendo allí. O pida un préstamo y cómprese todo lo que desee.

Y sobre todo, no deje de sonreír, agradecer a la vida sus regalos y sentirse lleno de optimismo.

Alguien tenía que decir ¡basta! Y ha sido, Barbara Ehrenreich aguda e incisiva, protestona y escéptica, quien diga que el pensamiento positivo, la psicología positiva y hasta la economía positiva son una dictadura. Y una broma de mal gusto. Y un peligro.

En este libro desmitificador y realista, Ehrenreich pasa revista a la influencia que esta corriente de pensamiento ha tenido en la sociedad, la economía y la vida privada: la “moda positiva”.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Tierra de nadie


 Existe una tierra de nadie que separa las emociones blancas, (lo heroico, lo erótico, lo alegre, lo maravilloso) y las negras (el miedo, la cólera, el disgusto y la preocupación). En esa zona neutral reside la tranquilidad que libera de los gustos y disgustos.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Ansiedad

 

 La capacidad de hacer planes y de imaginar el futuro lleva consigo la capacidad de preocuparse y temer el porvenir, a veces sin límite, cada día, en cada ocasión en la que observamos lo que tenemos: sea un trabajo, una relación afectiva, unos pocos bienes, un cierto reconocimiento social... Todo lo que podemos perder nos angustia.
Hace sólo 50 o 60 años la ansiedad no existía como categoría clínica; era más bien un fenómeno entre poético y filosófico. A medida que ha crecido el bienestar social resulta evidente que se ha desmesurado la sensibilidad ante la posible pérdida de los vínculos con la sociedad.

martes, 1 de septiembre de 2020

El barón de Bidé

 

El barón de bidé


En el siglo dieciocho en París hizo furor 

el Barón de Bidé, famosísimo inventor. 
El Barón especulaba con la posibilidad 
de tomar baños de asiento sin perder la dignidad. 
En las fuentes de Versalles contempló con estupor 
a unos patos arrimar el culo a un surtidor. 
Y exclamó el señor "Mesié": ¡Eureka! Je le encontré 
Ohlalá! Oh! mondié! 
je feré une filigrane 
que serà una palangane 
con el chorro incorporé! 
Con la excusa del diseño el Barón el muy truhán 
se pegaba el gran filete con madame de Chateaubriand. 
La eficacia del invento alcanzó tal dimensión 
que en la corte del gabacho descendió la polución. 
Insaciable el populacho exigía su bidé 
para poderse lavar sentado y no de pie. 
Y salieron en cuadrilla y tomaron la bastilla 
¿Quesquesé se merdé??? preguntaba la nobleza, 
la revolución francesa, ¿Quesque vous avez pensé? 
Se instauró le egalité, liberté y fraternité 
y en París no quedó ni un trasero sin bidé. 
Y así gracias a Danton, a Marat y a Robespierre 
las madamas de la Francia, se lavan la "pomme de terre" 
Y al Barón por este invento las naciones honrarán 
como al conde de Foi-gras y al Marqués de Croissant. 
Y este es el relato exacto del Barón y su artefacto. 
Y jamás hallarás sensación más refrescante 
por detrás y por delante, por delante y por detrás.