Me encantan las viejas películas de los Hermanos Marx, quitando cuando cantan, ya que de lo que realmente disfruto es de su sentido del humor, a veces surrealista, a veces crítico, a veces humor blanco, pero siempre ingenioso. Una de las escenas que encuentro más divertidas es la del contrato y os la pongo para compartirla, aunque me figuro que ya la conoceis todos.
Un saludo a todos.