Me han recomendado leer para la dislexia. Estoy leyendo "La tierra de los pilares", de Kete Follen, está muy bien, la verdad que sí.
Me han recomendado leer para la dislexia. Estoy leyendo "La tierra de los pilares", de Kete Follen, está muy bien, la verdad que sí.
Me acuerdo de Anacreonte, que olvidaba sus penas bebiendo vino y componiendo ditirambos que quitan las angustias del alma y los gestos amargos del rostro. Porque fue señor de la palabras, y con las palabras, poeta de la vida.
Echa un trago, lector, y repite con Anacreonte, en
el silencio mojado de la lengua, estas palabras:
Cuando bebo el suave vino,
con un rapto placentero
a las nueve Musas canto
y con himnos las celebro.
Cuando bebo el suave vino,
los cuidados, los consejos,
alejándose de mí,
luego vuelan por el viento.
Cuando bebo el suave vino,
rociado con ungüentos
y abrazado a mi dama,
al amor canto en mis versos.
Cuando bebo el suave vino,
luego el alma desenvuelvo
como pez en ancho vaso,
y a los bailes me encomiendo.
Cuando bebo el suave vino,
mis desdichas sobrellevo:
bebe, huésped, bebe y vive
que si vivo es porque bebo.
Tras la entrada anterior y a tenor de los enjundiosos y sabios comentarios he tenido que buscar algo por ahí para no quedar como el lerdo que soy. Allá va sobre el tapete, como el caballo de espadas.
Errores comunes sobre la
historia de Cataluña.
Guillermo Fatás.
Catedrático de Historia de la Universidad de Zaragoza.
Son numerosos y, a menudo,
se trata de tergiversaciones. Fuera de los ambientes nacionalistas, es más
frecuente que se deban a mero desconocimiento. He aquí algunos.
1. No hubo 'unión' de Aragón y Cataluña en el
siglo XII. En esa fecha no existía el término Cataluña ni los territorios del rey de Aragón (Ramiro II el Monje) y del conde de Barcelona (Ramón Berenguer IV) tenían
fronteras en común. Varios condados que luego se considerarían parte de
Cataluña no estaban aún bajo el dominio del conde barcelonés (así, Ampurias,
Pallars o Urgel). Ramón Berenguer IV y su joven esposa, la reina aragonesa
Petronila, casaron a condición de que el conde no sería rey si tenía
descendencia. Su
hijo Alfonso II fue el primer soberano común al conjunto. La
unión nunca se deshizo y el de conde de Barcelona fue un preciado título entre
los muchos que llegó a tener el rey de Aragón, monarca conjunto que fue
también, entre otras cosas, rey de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de
Nápoles y de Cerdeña.
2. No existió una 'confederación catalano-aragonesa'. El
término es anacrónico, nace en 1869 y da una idea equivocada del fenómeno
histórico. Una confederación es un pacto político entre estados que
democráticamente acuerdan cierto grado de unión entre iguales. El pacto del rey
de Aragón y el conde barcelonés va de arriba abajo, no a la inversa. La boda de
Petronila y Ramón Berenguer IV en 1150 no tiene nada de confederal: es un pacto
entre príncipes que unen dos familias para que resulte una sola que ejercerá la
soberanía. En este caso, el conde acepta literalmente al rey como "rey,
señor y padre". Se convierte, pues, en súbdito, vasallo e hijo del rey de Aragón y por eso murió
sin titularse rey. 'Corona del Reino de Aragón' es término
usado por Jaime I (siglo XIII). La voz 'Corona de Aragón', finalmente, será
usada por los reyes para denominar el conjunto de sus soberanías, que forman
una composite monarchy;
en expresión del siglo XVI, una respublica
regnorum et terrarum. Cataluña siempre fue parte de la Corona de
Aragón, pero no del reino aragonés.
3. La ‘Generalitat’, como
se llama en Cataluña y en Valencia, existe igualmente en Aragón con el nombre
de Diputación General. Los respectivos gobiernos autonómicos han recuperado
este nombre histórico. Se
origina en los tres territorios al mismo tiempo, en 1362,
en una de las reuniones de Cortes Generales de la Corona (aragoneses,
valencianos y catalanes más baleares), que se celebraban siempre en suelo
aragonés. El rey Pedro IV consigue la aprobación de un impuesto 'general'
aduanero, sin exenciones, que originariamente fue del 5% del valor del
producto. Y las respectivas cortes designan 'diputaciones del general' para que
se encarguen de la correcta recaudación. Estos órganos se consolidan, en
diversos grados y momentos, como autoridades permanentes y van ganando
competencias funcionales: en Cataluña sucede en 1413, cinco años después en
Valencia, y en Aragón, en 1436.
4. Los catalanes no forman un reino, pero
tienen un rey, al que llaman así ('Senyor rei'), y no conde: el rey de Aragón.
La Casa de Aragón es soberana en Cataluña y los súbditos catalanes, como los
valencianos, baleares y aragoneses, la aclaman gritando su apellido,
"Aragó, Aragó!" o "¡Aragón, Aragón!", el nombre dinástico,
al modo en que en otros lugares se grita "York!",
"Bourbon!" o "Stuart!" (Estuardo). Cataluña perteneció a los Aragón y a
su Corona, no al reino de Aragón, aunque este tenía primacía
jurídica en razón del origen y del rango: así, el soberano común se coronaba
únicamente en Zaragoza y, como dejó escrito Pedro IV, Aragón era al mismo
tiempo su 'nombre y título principal'. La comunidad autónoma de Cataluña carece
de escudo propio y usa hoy como bandera el 'señal real' de la Casa de Aragón
(de donde el nombre de senyera),
las ‘barras’, que no se documentan antes de 1150.
“Reino de Cataluña” es un término que en los últimos años se ha escuchado mucho en España, sobre todo con el revuelo independentista.
Un término que históricamente es erróneo. Y es que jamás existió
una corona catalana, sino un condado integrado en la Corona de Aragón, al que también pertenecía Valencia, Mallorca, Sicilia
y Nápoles.
Este fallo en la historia se recoge en la serie de templarios ‘Knightfall’,
una producción de History Channel emitida en España por HBO y Netflix.
Entre numerosas imprecisiones históricas, esto sucede desde el primer
capítulo de la ficción, debido a que uno de los personajes es Isabel,
primogénita del rey Felipe de Francia, que quiere casarse con el príncipe Lluís, sucesor del “Reino de Cataluña”.
El
fallo se remonta a 2017
Cuando la serie se estrenó en 2017, sólo se emitía en HBO. Tanto la
versión original como el doblaje en español lo denominaban “Reino de Cataluña”.
La polémica estalló en España por una tergiversación histórica y su consecuencia lingüística. Fue entonces cuando el doblaje se
modificó y se sustituyó por “Reino de Aragón”.
Sin embargo, aunque cambiasen el doblaje, la versión original seguía siendo
errónea.
La
queja de Beatriz Talegón
En HBO se produjo este cambio y meses más tarde se empezó a emitir en
Netflix con la versión española ya modificada.
Pues bien. Ahora muchos no están conformes con que ese error en el doblaje
se haya corregido y que aparezca en las plataformas ‘streaming’. Entre ellas Beatriz Talegón (Madrid, 1983) política española del PSOE
(2004-2015), a favor de la independencia de Cataluña.
El pasado 20 de diciembre, Talegón se manifestó por redes sociales,
quejándose de este cambio: “Acabo de escuchar el audio de la serie de Netflix España, donde la versión original dice ‘Reina de Cataluña’ y
en la versión doblada al español dicen ‘Reina de Aragón’. Alucinante”.
Con este comentario, Talegón defiende que “Reino de Cataluña” es el término
correcto y que el cambio realizado es erróneo. Un hecho que hizo estallar la
polémica en redes sociales.
Netflix, por su parte, contestó a la politóloga en público, explicando que
había sido un “error en el doblaje” y que lo tratarían
de arreglar “lo antes posible”.
Por cierto, como guinda al pastel, Talegón (ahora en JxCat) desata el cachondeo en las redes al decir que fue brigadista internacional, jajajajajajajajaja, las cuentas no salen, jajajajajajaja. ¿Estuviste con la División Lecrec, con 'La Nueve' en la liberación de París, jajajajajajaja?
Detrás del popular rapero también hay una persona, Pablo Rivadulla Duró, tiene una familia y un perro.
El rapero es hijo del empresario Ignacio Rivadulla, quien fue presidente de la Unió Esportiva
Lleida del 2007 al 2010. Ignacio fue juzgado también, junto con el máximo
accionista de la entidad deportiva, Tatxo Benet, por haber dejado al equipo con una deuda de 10 millones de
euros, que provocó un concurso de acreedores y impagos a los jugadores, según
publicó entonces la prensa local, decir que salió exculpado de ese juicio.
El teniente, en tiempos de la posguerra, Andrés Rivadulla Buira, padre de Ignacio y abuelo de Pablo, es uno de los militares
más sonados en los combates entre el ejército de Franco y los maquis en octubre de 1944 en el Valle
de Arán, lo que choca, sin duda, con las letras del nieto contra el rey y
Franco y a favor de grupos terroristas.
Hay un documento en el que se hace alusión a la aprobación de la solicitud del “Teniente
Coronel de Infantería Andrés Rivadulla Buira” de “causar baja el destino civil
de referencia y alta en la situación de en expectativa de servicios civiles con
efectos administrativos del día 1 de abril de 1980, fijando su
residencia en la plaza de Lérida”.
En cuanto al perro no sabemos si fue perro policía o perrito piloto, para mi que no.
Te gustarán sus canciones o no te gustarán, lo que no se puede negar es que tiene una cara y una expresión facial donde se nota que ve la hierba crecer de lo listo que es.
Ni siquiera Vladímir Lenin, el cabecilla de la Revolución Bolchevique de 1917 y fundador del Estado soviético, levanta tantas pasiones entre los rusos como Iósif Stalin, que sucedió al primero y convirtió el país en un enorme cementerio para millones de sus víctimas.
La última iniciativa en apoyo del cruel déspota ha venido de la mano de la firma rusa de papelería «Alt», que ha puesto a la venta una tirada de cuadernos para escolares con la imagen de Stalin ataviado con su uniforme militar de gala y el pecho repleto de medallas.
Y despliega un sinfín de citas para demostrar por qué la Falange es actual. «El nacionalsindicalismo –dice– es vida. Tanto es vida que estamos dispuestos, como tantos camisas azules, a sembrar con sus propias vidas la voluntad del imperio, una vida para la patria». Es la madurez recién estrenada de la joven: camarada de la organización que encabezó José Antonio Primo de Rivera con ideología antiparlamentaria, contraria a los partidos políticos y promotora de un Estado totalitario.
En fin, con este panorama ¡como para preocuparse del cambio climático!, ya decía yo que eso del clima era una cortina de humo. A los chavales y chavalas no les va a dar tiempo a que los mate el tiempo, valga la redundancia, ni el meteorológico ni el otro.
Está claro que la historia no avanza en la dirección salvadora de los cristianos, ni en la de los marxistas, ni en la de los creyentes en la felicidad de la globalización, ni en la de los que preconizan que no se consuma, ni siquiera en la de los antiturinos, ni de los veganos porque se sigue comiendo carne, pero a pesar de todas las calamidades que no han dejado de sucederse a lo largo de los siglos creo que no es inverosímil la convicción de que las cosas pueden ir gradualmente a mejor para la mayoría de los seres humanos.
Procusto era según la mitología griega un posadero que vivía en las colinas del Ática. Los desgraciados a los que ofrecía alojamiento eran invitados a tumbarse en su lecho de hierro. Una vez allí, Procusto los amordazaba y ataba a la cama y, a continuación, los estiraba a martillazos si medían menos que él, o les aserraba las piernas si medían más. Ignoramos cuantas víctimas perecieron a manos de Procusto hasta que Teseo, con buen criterio, acabó con él.
Sin embargo, ni Teseo ni nadie ha podido acabar con nuestra propensión igualitaria.
Pero, como es un tema muy largo, solo quiero hacer esta reflexión: tomemos nota del narcisismo de Procusto, no solo quería que todos los humanos fuésemos iguales, sino que debíamos ser iguales a él.
Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están
pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy
en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe
ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia.
La duquesa Pámfila de Castis era una de esas aves que tanto
escasean y pasará sin duda alguna a la Historia como una mujer exquisitamente
original, única y asombrosa por el ingenio que invirtió en la noble actividad
de pasmar a cuantos la rodeaban. A pesar de haber sobrepasado ya la temible
barrera de los cuarenta años, Pámfila no había perdido un ápice de su
proverbial belleza; sabía además –porque su mente funcionaba tan bien como sus
sentidos y sus encantos físicos- que no basta la hermosura del cuerpo para
encandilar a un amante y obnubilarle la razón. Cultivó por ello su mente y
aguzó pérfidamente el ingenio, arma a menudo más eficaz que unas buenas
proporciones pectorales. Una larga experiencia corroboraba su conocimiento
intuitivo de las leyes cambiantes y las tretas del amor.
Serafín, el cocinero de la duquesa, fiel servidor de la casa desde
hacía mucho tiempo, y una trayectoria gastronómica jalonada de un sinfín de
aciertos y sorpresas, se había convertido, con el paso de los años, en un
elemento imprescindible en la estrategia de seducción de Pámfila de Castis. La
duquesa prestaba una atención desmedida a la composición de los manjares con
los que agasajaba a sus amantes, puesto que abrigaba la firme convicción de que
un festín exquisito, estéticamente bien urdido y sutilmente afrodisíaco, tiene
el mágico poder de ocultar las arrugas de la anfitriona. Cuando Pámfila dejaba
de amar a un hombre, o simplemente se hartaba de él, su acta de divorcio era
terriblemente original: ese día, en lugar de invitar al amante en cuestión a degustar
delicados manjares, ordenaba a Serafín que preparara un tosco puré de patatas y
una butifarra descuidadamente cocinada. Como semejante extravagancia se había
convertido ya en una sólida tradición, que cotilleo s y amantes despechados
habían difundido ampliamente, ningún hombre se llamaba a engaño cuando se
encontraba ante la temida butifarra.
Muchos de ellos ni siquiera probaban aquella fatídica comida y, silenciosos y cabizbajos, se alejaban de Pámfila, una mujer extraordinariamente original. Pero, por fortuna, las cosas no siempre se ajustaron a la rutina; un buen día, uno de los hombres despechados por vía de la comida significativa tuvo la feliz ocurrencia de propulsar butifarra y puré contra el rostro de Pámfila, quien, en lugar de enfurecerse y expulsarlo de su hogar, sonrió divertida ante tamaña osadía, se reconcilió inmediatamente con él y llamó a Serafín para que preparara una crema de cangrejos a la parisienne, lenguados al champagne y delicados hojaldres rellenos de frutas exóticas, todo ello acompañado con los mejores vinos y licores.
Ya se sabe que mientras los hombres cuentan aventuras que nunca tuvieron, las mujeres tienen aventuras que nunca contarán, pues bien, el otro día me decía un amigo que las pelirrojas follaban de maravilla.
Nunca hubiera pensado que la mano de mi amigo fuera pelirroja.
Me relataba un amigo la emocionante primera clase práctica de paracaidismo, ya en el avión estaba muy nervioso momentos antes de tirarse al vacío, contaba que el instructor, un tío de 1,90 y ciento veinte kilos todo músculo, se acercó para animarle:
- ¡O te tiras o te doy por culo!
- ¿Y saltaste? –le pregunté.
- Al principio, un poquito.
Ya comenté que este año quiero ser conciliador y un bloguero como casi todos los demás. Así que en esta línea de buenismo quiero desear, para las próximas elecciones en Cataluña, que los votantes de los partidos constitucionalistas consigan que Cataluña siga como comunidad autónoma de España y que los votantes de los partidos independentistas consigan la proclamación de su anhelada república y, de esta manera, todos viviremos en concordia y paz.
Ya me estoy quedando más tranquilo con mi nueva condición de bloguero amable.
Ya sé, ya sé, que soy muy buena persona, muy conciliador, que si todos fueran como yo esto sería una balsa de aceite, qué queréis soy bonachón por naturaleza, siempre digo que en la guerra todos pierden, por Navidad pido la paz en el mundo y esas cosas. Bueno, os dejo, que tengo que bajar a la tienda de ultramarinos que he llamado para encargarles un trozo de bacalao gordo y que pese poco.
Me lo ha recordado Francesc Cornadó con su anterior comentario.
Ante la puesta de sol, un cuento de Fernando Pessoa.
Ayer por la tarde, un hombre de ciudad
hablaba ante la puerta de la posada. También hablaba conmigo. Hablaba de la
justicia y de la lucha por la justicia, y de los obreros que sufren, y del
trabajo constante, y de los que pasan hambre, y de los ricos, que tienen anchas
las espaldas por eso.
Y al mirarme vio lágrimas en mis ojos y
sonrió complacido, creyendo que sentía el odio que él sentía y la compasión que
él decía que sentía.
Pero yo apenas lo escuchaba. ¿A mí qué
me importan los hombres y lo que sufren, o suponen que sufren? Que sean como
yo, y no sufrirán. Todo el mal del mundo viene de que a unos les importen los
otros, sea para hacer el bien, sea para hacer el mal. Nuestra alma y el cielo y
la tierra nos bastan. Querer más es perderlos y ser desgraciados.
Lo que estaba pensando mientras el amigo
de los hombres hablaba (y eso me había conmovido hasta las lágrimas) era en
cómo el murmullo lejano de los cencerros, aquel atardecer, no parecía las
campanas de una ermita donde fueran a misa las flores y los regatos y las almas
sencillas como la mía.
Alabado sea Dios, que no soy bueno y
tengo el egoísmo natural de las flores y de los ríos que siguen su camino
preocupados sin saberlo tan solo por florecer e ir discurriendo. Es esta la
única misión que hay en el mundo, esta: existir claramente y saber hacerlo sin
pensar en ello.
El hombre había callado, y miraba la
puesta del sol. Pero ¿qué tiene que ver con la puesta del sol quien odia y ama?
Toda la gente que conozco y
que habla conmigo
nunca hizo nada ridículo, nunca sufrió una afrenta,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes -
en la vida...
¡Ojalá pudiese oír la voz humana de alguien
que confesara no un pecado, sino una infamia;
que contara, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.
¿Quién hay en este ancho mundo que me confiese que
ha
sido vil alguna vez?
¡Oh príncipes, hermanos míos,
¡Leches, estoy harto de semidioses!
¿Dónde hay gente en el mundo?
¿Seré yo el único ser vil y equivocado de la
tierra?