El futuro de Talavante: ¿Y en 2023 qué?
miércoles 19 octubre, 2022
Talavante
necesita reflexionar en un año que echó 'adelante' con Joselito como apoderado
pero en el que, sin duda, se echó mucho en falta a Joaquín Ramo. Y la pregunta
es: ¿Seguirán juntos en el futuro? Una decisión que, de tomarse para uno u otro
sentido, no se puede alargar mucho más en el tiempo.
Talavante, en la Corrida de la Hispanidad del pasado 12 de octubre. © Luis
Sánchez Olmedo
Una de las
mayores decepciones de esta temporada 2022 ha tenido que ver con Alejandro
Talavante: tras anunciarse su vuelta a los ruedos el pasado año, muchos
eran los aficionados que ansiaban ver el retorno de un torero que se había
marchado en el mejor momento de su carrera, y que en su vuelta en Arles volvió
a sacar a relucir ese toreo que lleva dentro.
Su vuelta vino en San Isidro en un cartel mano a mano con
otro de los toreros del momento, un Juan Ortega que le cogió el pulso a la
temporada a mediados de junio, mientras que Alejandro, salvo en tardes contadas
como El Puerto, Bilbao, Salamanca o Murcia rayó a un nivel muy discreto.
Más simas
que cimas en una temporada en la que no se le vio para nada cómodo al torero de
Badajoz en un año en el que volvió al lado de Joselito y que, sin duda, la mano
que se echó en falta de verdad fue la de Joaquín Ramos; es más, en muchas de ellas se
contagió de la frialdad de una afición que no vio percibió esa conexión
necesaria para entra en las faenas. Es cierto que tras estar fuera de los
ruedos tanto tiempo cuesta cogerle el pulso al toro y al público, haciéndose
larga la temporada. Faltó en muchos casos ese hilo conductor entre el ruedo y
los tendidos.
Una
temporada que parecía remontar tras su gran faena de El Puerto, pero la regularidad
no se produjo y sus tardes pasaron sin grandes titulares hasta la tarde de
Bilbao, esa que le dio el respiro necesario para afrontar el resto de la
temporada con el ánimo subido. Murcia y Salamanca también fueron plazas en las
que se notó esa mejoría. Todo se desplomó en un final de temporada en
el que la tarde de Madrid acabó por dejar un mal sabor de boca al
aficionado, el cual acabó tremendamente enfadado. Zaragoza y Jaén
tampoco ayudaron a remontar el vuelo.
Ahora con la
temporada europea recién finalizada toca pensar y ver que camino se debe tomar.
Alejandro sabe que debe cambiar cosas para que esa conexión con los tendidos
sea más fluida. Cambiar esa apatía que se le vio por momentos, dejar atrás esos
fantasmas que pueden atormentarlo, liberarse de ellos y dejar atrás esas
ataduras.
Decía
Joaquín Sabina que uno nunca debe volver al lugar donde un día fue
feliz, pero en el caso de Alejandro no es así. Volver a México podría ser
crucial para recuperar ese torero que parece perdido, porque allí Talavante es Talavante, una tierra donde
se encuentra como en casa, un lugar donde cuando más cuesta arriba se ponía la
cuesta más se crecía el extremeño.
Ahora tiene
que reencontrarse consigo mismo, volver a ese niño que soñaba con ser torero y
de ahí volver a encontrase. Ya lo hizo en 2014 cuando parecía que se había
estancado en su toreo. Talavante, más que nunca, necesitó de un hombre
fuerte como Joaquín Ramos -¿hubiese permitido un planteamiento dando
la espalda a Sevilla y Valencia y a pequeñas plazas con sabor?-. A su lado
estuvo un Joselito que también pasó por momentos como este en su carrera. Pero
la pregunta es ¿seguirán juntos en el futuro? Una decisión que, de
tomarse para uno u otro sentido, no se puede alargar mucho más en el tiempo.
Talavante necesita reflexionar.
Hay que
tener en cuenta que la mayoría de equivocaciones esta temporada han llegado en
cuanto a apuestas ganaderas: jugarse la última bala de temporada en Zaragoza,
con una corrida de Juan Pedro -antítesis del toreo de Talavante- con el mejor
torero de la temporada como es Morante, es letal; no tener pensado si va a
haber o no sorteo en Jaén, no puede permitirse en la temporada de Alejandro…
amén de no buscar plazas donde el recuerdo y el aroma puedan buscar la lírica
en el ecuador de la campaña, y más cuando se llega a la Fiesta tras casi un
lustro de exilio voluntario.
El reloj de
arena se acaba de dar la vuelta, la temporada está más cerca de lo que
parece, ahora es tiempo para tomar decisiones de cara a un futuro a corto y
medio plazo, saber qué es lo que quiere y hacia donde debe ir su carrera.
El toreo necesita de Talavante y Talavante del toreo, de ahí que el nexo de
unión con México se antoje clave para el resurgir de un torero inigualable.
No obstante,
el secreto también está en meterse en el campo y prepararse, como en algunos
momentos Paquirri, Espartaco, Robles… renunciando a América, en gran parte,
para poderse mentalizar de cara a la temporada española. Y para ello Talavante
necesita encontrar su timón.
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