De Sánchez a Puigdemont, pasando por Roquetas y las gafas de Talavante
Editorial del 24 de julio de 2023
Puede ser que Puigdemont, un perseguido y fugado de la justicia española, tenga la clave del Gobierno de España y que España, país del que se burla y mofa, lo haga más rico a través de Pedro Sánchez. Es más, si Sánchez es investido presidente será porque habrá amnistía y referéndum de independencia en Cataluña. Con la gente de derechas creyéndose ganadora, a resguardo del calor, se nos fue la oportunidad de lograr normalizar algo. Pueden ser cuatro años jodidos para el toreo que, además, no piensa en clave de toreo sino en clave partidista. Aquí remar a una misma dirección, cómo deberíamos haber remado en las urnas, es una quimera
Desde el logro del rabo de Morante en Sevilla avanza una tendencia al alza: fin del dispendio, menos orejas y todo muy caro. Lo de la Feria de Julio de Valencia, donde Neck Romero y Román debieron y pudieron salir en hombros, es síntoma de que en el toreo los que ocupan el palco van a su aire. Tienen definida la integridad y el honor de su plaza, el himno patriótico de su reglamento, el aire de jefe de una mini tribu insignificante de acólitos que caben en un taxi. Esos que caben en ese taxi y otros son uno de los anclas del toreo
Resulta que en Roquetas de Mar un presidente también sacó a pasear el himno del honor y en rigor de Roquetas a una faena de rabo de Talavante, le concedió una oreja con el escándalo popular de los que no van a la plaza en su taxi. Tres vueltas al ruedo y en una de ellas, la alguacililla le llevó una oreja al torero. Pensaba la pobre que al sacar el pañuelo blanco de nuevo, era porque había rectificado ante la bronca popular.
‘Lo mejor, cuando Talavante le enseñó al presidente unas gafas. Mire usted si acaso las necesita y deje de hacer el ridículo’
Talavante con buen aire, le dijo a la alguacililla que no, que estaba en un error. Que el presidente había sacado el pañuelo para que saliera el siguiente toro u evitarse el bochorno de una vuelta al ruedo y otra y otra. Lo mejor, cuando Talavante le enseñó al presidente unas gafas. Mire usted si acaso las necesita y deje de hacer el ridículo. Que el honor de Roquetas no se ubica ahí. Y que los que caben en el taxi son de los que a nada que pueden van a los toros por la cara.
No se que nos ocurre que, siendo diezmados cada año y al borde de la ruina económica (al borde pero por dentro del borde, quede claro) aquí cada cual busca su estúpido e irrelevante y hasta ridículo minuto de gloria. Esos de los blogs y redes cuya vida es únicamente la vigilancia de su honor taurino en un derroche de síntomas de enfermedad mental. Esos presidentes que creen que el reglamento es un himno de combate de su tribu inexistente por extinguida y hasta esa pseudo prensa tunelera e insignificante por ser hierba reiterada sin segar.
Lo suyo es la búsqueda del maligno. La denuncia de los ladrones fantasmagóricos que habitan solo en sus mentes y la visión de verdad única de secta que jamás crece y que nunca hizo, se jugó, invirtió, arriesgó, apostó nada de nada por el toreo. Todos ellos subidos a un árbol. Vigilando nada más que a sus mentes con defecto de uso. Mirando a sus sombras mientras el toreo se la juega cada año en cada euro que se invierte, en cada pago de cada pliego, en cada inversión por atraer gente a cuarenta grados de infierno medieval en ofertas medievales y ruinosas.
‘Necesitan las gafas que ofrece Talavante. Se les escapa el enemigo real. Como se escapa a España el enemigo real de Cataluña, territorio donde el nacionalismo prófugo e interior va a marcar el devenir del país’
Pero los que están en el árbol vigilando a sus propios fantasmas, necesitan las gafas que ofrece Talavante. Se les escapa el enemigo real. Como se escapa a España el enemigo real de Cataluña, territorio donde el nacionalismo prófugo e interior va a marcar el devenir del país. No a la independencia. ¿Pero? ¿No veis que no la quieren? No sabían que hacer con ella. ¿De verdad Puigdemont o Rufián quieren trabajar?
Hombre, por favor. Quieren ser la clave y la llave de una mala España. No lo vemos. Subidos en palcos y en árboles vigilantes fantasmas que el toreo pierde cada vez que no hay noticia, que no hay euforia, que no hay vida. Pierde medios, propuestas, propaganda, portadas… Justo lo que necesitamos y para lo que no hay dinero. Y desde los palcos y la atalayas de los vigilantes se busca el antídoto enfermizo contra la alegría, el sentido común, la sensibilidad del toreo y el trato y uso de una mente sana. Pueda ser que no sea cuestión de vista. Puede ser que se necesiten gafas en el alma o en la casquería de las mentes de difícil arreglo.
Malos tiempos se avecinan, Sanchez intentara todo por mantenerse en la poltrona y es capaz de todo. Malos tiempos.
ResponderEliminarUn saludo
Malos tiempos, sí, porque este voto a Sánchez ha sido, conociendo a sus compañeros de viaje, un giro del votante de la izquierda moderada a una tendencia ultra descarada. Estoy leyendo "Caudillo Sánchez", de Rosa Díez: "En Pedro Sánchez existe una lejanía brutal entre lo que afirma y lo que hace, entre la calificación que da a sus actos y los efectos que producen cada uno de ellos, entre la propaganda con la que se adorna y la realidad de los hechos que protagoniza". "Pedro Sánchez, un tipo que, en su afán por acceder al poder y mantenerlo, ha hecho de todo, comenzando por pervertir el lenguaje político y convertir la mentira en una constante en su código de comunicación". "En fin, que Sánchez y el respeto a la verdad son realidades antagónicas que no caben en la misma frase".
EliminarAquí su terrible diagnóstico, desarrollado en 'Caudillo Sánchez', el nuevo libro de la ex socialista vasca. Es "narcisista, maquiavélico y psicópata".
Un saludo.