Una lección en un tiempo que no pasa (O sí)
Crónica de la 7ª de las Corridas Generales de Bilbao
Tiene el toreo el don de trasladar el arte efímero en inolvidable. En grabar a golpe de muletazos y romper con toda teoría relativa al tiempo. Una lección de El Juli en su despedida de Bilbao hizo viajar ante toda su trayectoria en El Botxo. Faena con la ambición de quien empieza y, sin embargo, va camino de retirada. Con las sensaciones desorbitadas, El Juli volvió a poner unas cuantas hojas al calendario. No era ‘Melonero’, de Torrealta, sino el de su adiós. Veinte minutos como si treinta años no hubieran pasado. Pero a su muerte, el madrileño había cerrado su historia con Bilbao. El puesto para la siguiente feria está asegurado. Pero el tiempo pasa. Buena tarde de Roca Rey y Paco Ureña en Bilbao, cuyo manejo de los aceros le impidió pasear alguna oreja con una corrida de Victoriano del Río que mostró opciones, pero le faltó fondo.
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