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miércoles, 23 de agosto de 2023

Bilbao. 23.08.2023. Morante, Manzanares y Talavante. Toros de Juan Pedro Domecq

 

Talavante asalta la temporada en Bilbao

Con una obra de arte en el sentido más artístico del toreo encajado, dirigidos los vuelos hasta detrás de la cadera, negando la línea recta incluso a un toro de clase sin poder que pedía aliviarlo, Talavante asaltó la temporada. Un toro para medirlo y mimarlo. Y qué mejor mimo que el toreo medido en verdad, en metraje de las tandas, en reunión sin arrebato. Sin ningún atisbo de quebranto o brusquedad en un toreo suelto de cintura y encajado de figura. Varios muletazos completamente circulares rememoraron épocas pasadas, aunque con el tiempo todavía más reducido. Tres orejas y Puerta Grande para Alejandro Talavante en Bilbao en una temporada de subida ascendente. Dos faenas a estilo de dos toros medidos dentro de una corrida de Juan Pedro Domecq falta de raza y bravura, con la que Morante de la Puebla y José María Manzanares dejaron atisbos en el desierto de embestidas para el triunfo y un calor para morir buscando el toreo hasta el oasis de Talavante.

Video resumen:


Fino y armónico de hechuras fue el sexto, de trapío definitorio como ‘el toro de Bilbao’ por su perfil al enseñar las palas. Seriedad sin renunciar al buen estilo. Lo recibió Alejandro Talavante con un farol en el tercio, antes de una verónicas muy templadas, ganando ligeramente terreno, abrochadas de una media. Marcó el astado tendencia a humillar en los primeros compases, aunque con la fuerza y la raza justa. Bajo esos parámetros, se fue Talavante a brindar al público, que estaba más concentrado en sombra en tarde de calor asfixiante. Una serie a diestras de hinojos -tras cambiárselo por la espalda-, ligando los muletazos con la figura encajada, pero descolgada de hombros y con la mano baja hizo centrar la olla de presión en el ruedo cenizo. 

Fue el inicio de una faena del mejor Talavante, olvidado siempre del cuerpo, de magia inspiradora. De muletazos reducidos en el tiempo en la línea curva. De dar más dimensión a los trazos cuando el final parecen vislumbrarse en el horizonte. Tuvo buena condición el toro, pues -aunque a veces se mostró remiso y con el poder escaso en los remares- siempre siguió con flexibilidad la línea curva. También, porque todo fue a favor de obra para un triunfo al alcance de muy pocos. En los dedos de una mano entran. Un derroche de temple y de llevar al toro siempre en la frontera que da la embestida con clase al paso. En la dimensión más exhorta del temple. Tardó la música en acompañar la sinfonía del toreo de Talavante, que con un puñado de muletazos fue capaz de asaltar la temporada. La estocada, en corto y por derecho, tumbó al toro sin puntilla al instante. Matías González sacó los dos pañuelos al mismo tiempo. 

Con longitud de pitón, aunque de nacimiento más acapachado, fue el tercero. Otro toro noble, pero muy medido en su casta, frente al que Alejandro Talavante, que comenzó con una rodilla en tierra al quedarse a merced tras una zancadilla el toro, cuajó otra faena muy precisa en alturas y trato. De controlar siempre el fondo del astado, pero sin renunciar nunca al toro ceñido y en la línea curva. Ayudándose en ocasiones de ganarle un paso en la media distancia. Como si de un aperitivo del gran Talavante de esta tarde se tratara. La estocada volvió a viajar con acierto y el despojo fue a parar a las manos del extremeño.

Fue el toreo de Talavante capaz de maquillar dos astados de una corrida justa de raza y de fuerza de Juan Pedro Domecq. De ambiente denso. Unos viajes anodinos y justos de emoción, a los que se unió, también, una falta de clase. El lote de Manzanares siempre tuvo mejor embroque, que finales, pero nunca con exigencia. De faenas aseadas, pero imposibles para el triunfo. Con el mismo material tuvo que pechar Morante de la Puebla. Tras un primero que se llegó a la muleta por debajo de la reserva, se esforzó con un cuarto de mucho cuerpo que le obligó a tomar el olivo con el capote al venir muy por dentro por el pitón izquierdo. El toro de Juan Pedro nunca fue de verdad, a pesar de su nula entrega. En la corta distancia, a milímetros de los pitones, dejó el sevillano algún muletazo suelto de mucho temple. Un grito desafortunado del tendido hizo cambiar los planes. ¡Vengan mañana! 


Morante se lleva una bronca por quitarse de en medio al primero sin verlo

Dos detalles y a matar Morante para ser abroncado de nuevo en el cuarto

Taloavartero se llamaba el cuarto, con 552 kilos y una presencia digna de Bilbao. Y lo primero que hizo fue meterse por dentro del capote de Morante, que tuvo que tirarse al callejón precipitadamente. Muy desordenada fue la lidia, y tuvo que picarlo en la puerta Pedro Iturralde. Le vino por dentro, una vez en los medios, con la mano izquierda, por lo que optó por someterlo antes por la diestra. Dejó detalles de torería, alguna tanda diestra y un par de detalles. Pero eso fue todo. Entró a matar fuera de la suerte en varias ocasiones entre una nueva bronca.

Video del insulto al torero y su reacción:

https://twitter.com/i/status/1694403403219100046







Ficha del Festejo:

Hierro de Juan Pedro Domecq - España

Plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Cuarta de las Corridas Generales. Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados, de buenas, aunque desiguales hechuras. Corrida justa de raza, de fuerza y de fondo. El sexto fue el toro de más clase. 

• MORANTE DE LA PUEBLA, de caña y oro: bronca y división. 

• JOSÉ MARÍA MANZANARES, de burdeos y oro silencio y silencio. 

• ALEJANDRO TALAVANTE, de lila y oro: oreja y dos orejas. 

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