Como yo tampoco soy René Magritte anduve mirando mi cara en el espejo, pensando que pensaba ese reflejo y si yo era yo o esa imagen. Existe la falsa creencia de que la explicación de la conciencia, la mente, el yo y el tú se halla en el cerebro. Esta idea ya era vieja incluso cuando Hipócrates afirmó que: "El hombre debería saber que del cerebro, y no de otro lugar, vienen las alegrías, los placeres, la risa y la broma, y también las tristezas, la aflicción, el abatimiento y los lamentos".
El yo requiere un cuerpo además de un cerebro, entornos materiales además de un cuerpo, y sociedades además de entornos materiales. Es por eso que no hallaremos en el cerebro una explicación de nosotros ni el secreto de un yo mejor o una vida más feliz.
El yo requiere sensación de un cuerpo, sensación de entorno, sensación de sociedad. Es por eso que no hallaremos en un elemento procesador de información, una explicación de nosotros ni el secreto de un yo mejor o una vida más feliz.
ResponderEliminarHoy me has pillado solipsista o con ganas de llevar la contraria. O, ¿tal vez estoy bromeando?.
Muchas personas que no tienen cerebro parecen felices, digo parecen, porque no saben lo que es la felicidad real.
ResponderEliminarMe enredaste, me hiciste pensar. Ahora me dolerá la cabeza XD
Besos.
y sin embargo, siempre nos queda el consuelo de la libre elección para sentir...
ResponderEliminarHoy yo también estoy para llevar la contraria pero le toca a Pepe. Creo que sin sensación de cuerpo se puede tener sensación de yo. Un cuerpo privado de sensaciones en una cámara de aislamiento (experimentos lejanos de americanos) se sigue percibiendo como un yo. Crea un nuevo mundo pero ese nuevo mundo sale de su cerebro. La sensación de yo siempre permanece. Al menos mientras hay un cerebro. No por ello rechazo a mi querido cuerpo, ojo. Es sólo mi opinión. Saludos Pitt y Pepe.
ResponderEliminarExcelente entrada.
ResponderEliminarNunca más cierto que todo es una cuestión de actitud, mental...