Esta cita de Virgilio (70a,C.-19a.C.) es una de mis dos lemas, su traducción: "Cada cual es su propia esperanza".
¿Podría algún hombre soportar mirarse en todos los momentos de su vida y volver a pensar, como testigo, todo lo que ha pensado, todo lo que ha pasado por su cabeza, por la totalidad de su ser? Quién no se odiaría, no desearía borrar lo que es, no tanto por falta de éxito o el efecto de determinados actos que ha cometido, sino sencillamente por la persona concreta que éstos han ido definiendo y que desbarata por completo su sensación de tener posibiidades. Nuestra historia nos vonvierte en el señor "Fulano", y eso es una ofensa.
Por cierto, mi otro lema de cabecera, más acorde con mi condición es "Omnia mea mecum porto".
Dedicado a *L*.
Tanto la una como la otra constituyen una parte muy importante de la receta de la no infelicidad y del sentimiento de libertad y relativa autosuficiencia. La felicidad..., la felicidad ya es otra cosa..
ResponderEliminarAunque necesita de la no infelicidad como base.
Buena entrada Pitt
Graciassssss, PITT. Tanto tus intervenciones en forma de comentarios como tus entradas me hacen reflexionar muchísimo, y eso es genial. ^_^
ResponderEliminarHas escogido un par de lemas que apenas dan lugar a réplica (según mi perspectiva, claro) pues, si no los he interpretado de manera errónea, he de confesar que estoy prácticamente de acuerdo con ambos. La última se refiere a que lo más valioso que poseemos y que "llevamos con nosotros" es la sabiduría, ¿me equivoco?
Voy a hacer lo propio dedicándote una entrada desvelándote cuál es uno de mis lemas (curiosamente también latín!!! -¿coincidencia?-). Es posible que te sorprendas...
En cuanto al párrafo de la "chicha", ufffffff... Hijo, lo has pintado demasiado "dramático". Cada uno ha de estar a gusto consigo mismo. Da igual qué actos hayamos cometido y cuáles de ellos le hayan ido esculpiéndonos. Malos o buenos, todos son importantes. Si bien casi siempre recordamos los malos (¡qué tonto somos!, ¿verdad?), es necesario haberlos vivido para enmendarnos, o incluso para no repetirlos si no nos gustan. Pero de ahí a recrearnos en ellos con el único fin de fustigarnos y procurarnos sufrimiento... Me refiero a llegar a odiarnos, pensar en borrarnos, e imaginar la descabellada idea de que no tenemos posibilidades. Noooo!!! Eso NO. Cuidado, que yo alguna vez sí lo he llegado a pensar. Por fortuna, he sido capaz de darle vuelta a la tortilla y al final me he autoaceptado tal cual. Con lo bueno y con lo malo. Soy como soy, como me he ido haciendo a mí misma. ¿Que he de corregir un montón de cosas aún? Pues sí. Cambiaría algunas. Tiempo al tiempo. Que la vida es puro aprendizaje y pura formación.
Mi historia me ha convertido en lo que soy (paso de poner Sra. Fulana, que en femenino es denigrante) y para nada es una ofensa. Me gusto. Todos deberíamos gustarnos y dejar de autocensurarnos tanto (Pepeeeeeee, esto va por ti, cielo). El pasado NO se puede cambiar. Está ahí, es parte de nuestra vida, aunque lo que tenemos que hacer es pasar de él (o como mucho "revisarlo" para limar cosillas) y vivir el presente:
CARPE DIEM!!!
El futuro no ha llegado aún. Nos espera, seamos como seamos.
Besos, superfilósofo! :)
Pd.: como Blogger se cargue este comentario LE hago el harakiri!!!
Espero no haber mezclado demasiadas churras con demasiadas merinas, jajaja...
XD
Manda carallo!!!!! O_o
EliminarQué comentario más largo!!!!
XD
Me ha encantado tu lema... Tomo nota!!
ResponderEliminarUn besooo!
Semana extremendamente profunda la que llevas por aquí. Buena cita y buen texto. Yo no soportaría ni mirarme durante el último mes en todos sus momentos porque no todos han sido gloriosos. Pero efectivamente soy mi única esperanza. Lo somos. Buen fin de semana.
ResponderEliminarSiempre tenemos las posibilidades intactas, si consideramos el momento de pensarlas como el momento cero. Sería, por un lado, el mismo efecto que cuando comienzas a escribir; la página en blanco te proporciona todo el universo, real o de fícción, que cada palabra escrita va acotando. Por otro sería aquello que decía Goytisolo: "Si tuviera que volver a vivir todo lo que he vivido, preferiría no volver a vivirlo".
ResponderEliminarY... Hay un día la necesidad de mirarnos y decir: ¿quien soy, si me soy tan desconocida/o? Y allí empieza la guerra interna, que a veces vencemos, aunque sea un poco miopes.
ResponderEliminarAbrazo muy lleno de cariño.