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viernes, 15 de marzo de 2013
Los imprescindibles
Los acontecimientos de estos últimos años, unos provocados directamente por la crisis y otros como aprovechamiento de esa misma crisis llevan al ciudadano al borde de la pobreza. Una crisis instrumentada con el objetivo de causar el mayor daño posible a los derechos de los trabajadores que, al fin, son el número más elevado de la ciudadanía. En un momento en el que muchos individuos de clase trabajadora se habían creído pertenecer a clases superiores -esto a mí siempre me ha producido estupor- y su voto se había unido al de las clases dirigentes se ha aprovechado para infundir el mayor castigo posible a nuestros derechos con amenazas como el paro y la exclusión social. A pesar de todos los inconvenientes siempre hay personas solidarias, que luchan por detener este atentado contra la ciudadanía, que defienden aquello que conviene al obrero y, por definición, es mortal para el capitalista. Dedicado a todas esas personas y como reflexión para todos, este texto de Bertolt Brecht:
"Hay hombres y mujeres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida... esos son los imprescindibles".
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Acertadísima reflexión!
ResponderEliminarSe necesitan urgentemente de los imprescindibles.
Un saludo,Carmen
Gracias. Necesitamos que ocurra algo importante, sí.
EliminarEstoy con El collar de Hampstead, no podías haber elegido mejor la cita: Los Imprescindibles.
ResponderEliminarFabulosa reflexión.
La frase es muy buena, pero insuficiente.
ResponderEliminarSaltibrincos
Fantástico texto, y el final broche de oro para tus palabras.
ResponderEliminarBesitos.
Bertolt Brecht, siempre poniendo el dedo en la llaga. Él si que es imprescindible, al menos para mí.
ResponderEliminarZasca!
ResponderEliminarPlas, plas, plas!!
Muacks!
Estoy completamente de acuerdo en que se está aprovechando la crisis para demoler el edificio de los derechos de los trabajadores. En cambio soy muy pesimista de que esta demolición tenga marcha atrás. Creo que los pocos imprescindibles que surjan serán acallados. Nunca antes en la historia han tenido los poderes fácticos tanto control sobre los ciudadanos. Un abrazo,
ResponderEliminarLo descrito sucede acá, en el fin del mundo como allá. Por eso, no es intromisión en asuntos extranjeros, decir que te encuentro la razón.
ResponderEliminarEspero en Dios que de un modo u otro, quienes luchan lleguen a una solución, tal como cayó el muro de Berlín.
Un cariñoso saludo.
Gracias a ellos se consiguen los cambios, una necesaria reflexión en los tiempos que corren.
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