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miércoles, 2 de octubre de 2013
Los blogs y la vida misma
A veces pienso en la relación del blog con la propia vida, actuando como una bitácora -aunque no relates nada personal- porque va reflejando las fluctuaciones de su autor, avanzando hacia una evocación que trasciende el deliberado tono menor de sus textos. A veces, también, nos deviene la desgana, la intuición de intrascendencia y queremos dejarlo, cerrar el blog; entonces me vienen a las mientes los pormenores de mi existencia minúscula, y el alter ego que se desconoce a sí mismo, que anticipa su epitafio y asiste de incógnito a su propio funeral.
(Foto: Pitt Tristán)
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Emssssss... Pues como sea cierto eso que dices en el primer párrafo y me ponga a reflexionar sobre mi "antro oscuro", anda que...
ResponderEliminarxD
Lo de querer abandonar por desgana aún no me ha ocurrido y espero que no sea ese el motivo por el cual lo haga.
Joder, Pitt, menuda manera de comenzar el mes hablando de epitafios y funerales, eh? A ver si la siguiente entrada es más divertida...
Besos.
Tomo nota, la próxima la dedicamos al vino.
EliminarYa estoy más alegre, después de leerte.
Gracias y un beso.
No hay duda, si alguien hiciera un estudio de "nuestra obra" podría decir en qué momento de la vida estábamos cuando lo escribimos...
ResponderEliminarA pesar de no quererlo algo nos impulsa a que las palabras se parezcan al estado de ánimo o de una circunstancia, escribas de los que escribas.
EliminarNo necesito epitafio. Te noto últimamente un poco tétrico, ¿Qué estás leyendo? Los cuentos de Edgar Allan Poe, las leyendas de Becquer? Y el caso es que tienes razón, mi blog no es personal, ni es un diario, pero es imposible que leyéndolo todos los días no se transcriba algo de mi y mi estado de animo bloguero es a veces el mismo que el propio. Creo que nos tienes a todos fichados. Saltos y brincos
ResponderEliminarPuede que sea porque estoy lleno de sueños, y algunas personas piensan que el sueño es lo más parecido a la muerte, algunos autores clásicos como Homero llegaron a llamar al sueño "el hermano de la muerte".
EliminarEstoy leyendo -entre otras cosas- a Jalaluddin Rumi, poeta sufí del siglo XII: "El objetivo de la vida espiritual es aprender a morir antes de morir".
Madre mía como está de animado el patio no??? anda que para alegrar el dia a alguien !jajajjjaa.
ResponderEliminarTodos los blogueros creo que tenemos ese momento "cierro el blog", pero al final, lo retomamos. Es como todo, de vez en cuando, viene bien darse un respirito...desconetar...coger ideas...VIVIR más allá de las redes..
Bss y sí, tómate una copa de vino a mi salud! jejej verás como lo ves todo de otro color! jjaja.
Me tomaré ese vino a tu salud y mañana publico la consecuencia.
EliminarBesos.
Como la vida misma!!! efusividad, felicidad, decepción, historias, historias y reflexiones. Y como en la vida misma también, encuentras en este mundillo de los blogs amigos muy buenos. Doy fe, querido Pitt. Besos.
ResponderEliminarY estos comentarios...¡que resucitan a un muerto!
EliminarBesos.
Así es... no puedo estar más de acuerdo, yo los suicido en mi sustitución y renazco en otro cuando me arrepiento :P
ResponderEliminarNo es nuestra vida es nuestro sentir, sí
Ehhhh venga Pitt Tristán ¿y esa sonrisa?
Besooooss
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EliminarSeñora: lo que usted siempre quería...¿Ahora le caben hasta los huevos! Sí, hasta los huevos caben en su nuevo frigorífico General Electric.
Besos.
Es cierto, aun sin dedicarnos a explicar nada personal, se trasluce el estado de ánimo en las entradas, más vivas o menos, alegres, dinámicas, sosas, sin chispa..., y todo lo que nos ocurre fuera afecta al blog de alguna manera, incluidas esas fases en las que te hartas de todo (tú no jeje), se te quitan las ganas de escribir, todo es como absurdo y bueno...ya sabemos todos de que hablamos.
ResponderEliminarSaludos
Ante lo inevitable, la filosofía y el humor son las únicas armas que nos servirán de algo.
EliminarRespetuosos saludos.
Estoy contigo en que algo refleja el estado de ánimo,unos más que otros.
ResponderEliminarLo de cerrar el blog aún no experimenté nada parecido, Pitt,pero la verdad me imagino que me llegará ese día, lo raro es que no lo cerrara ya dado lo veleta que soy.
Bueno voy contigo. Recuerdo que una vez desaparecieras... pero luego volvió el ingenioso escritor que eres.
Tu quieto eh!
Bicos.
Era más un desvarío que una intención, me siento cómodo entre vosotros, a veces, incluso querido; qué decir de comentarios como el tuyo que no sea dar las gracias.
EliminarBesos.
Haz lo que te pida el cuerpo, escribir no ha de ser una obligación sino una devoción. Que voy a decir yo que voy y vengo como el viento.
ResponderEliminarComo le digo a ohma, sólo era una reflexión, estoy a gusto y espero con impaciencia vuestros comentarios en general y el tuyo en particular. A ti no hace falta decir que vayas a tu bola.
EliminarYo tengo mucho genio, como el cierzo.
ResponderEliminarTú tienes mucho de todo: inteligencia, sentimiento, talento, belleza...
EliminarSe nota que sabes de blogs, ¿por casualidad tenes alguno?
ResponderEliminarJajajajaja.
EliminarSiempre tan ingeniosa.
Sí, todo escrito deja traslucir parte de su autor...
ResponderEliminarEspero que no te entren ganas de cerrar, porque es un placer venir a leerte.
Un beso grande.
Y no, tu existencia no es minúscula.
Gracias por el elogio. Me encanta vuestro contacto.
EliminarUn beso grande también.
Espejo. Ni lo dudes.
ResponderEliminarSí que lo es.
EliminarSólo conozco de usted, lo que me permitió descubrir. Y sé, que este blog dice mucho de su autor y cada entrada habla del instante personal.
ResponderEliminarLo hago un señor muy inteligente y,como tal, sabrá adaptarse a cualquier situación sin dejar a un lado este rincón que nos reúne a todos como la vieja mesa camilla del hogar.No he conocido tertulias más variopintas y, a la vez, tan respetuosas como las organizadas en este espacio.
Pitt, de alguna manera, todos nos conocemos a todos, pues nada invita más a la sinceridad que un folio en blanco y creernos solos.
Podemos perderl todo, pero nunca la sonrisa. Sonrie, porfa. Un beso.
Siempre una sonrisa.
Eliminar¡Antes morir que perder la vida!
Seguiremos, por supuesto, en esta tertulia virtual ahora que se llevan menos las tertulias de cafés...
Un beso.