Toreo en sepia… toreo en blanco y negro
Morante y Urdiales cuajan dos faenas de categoría en una tarde sin suerte de Talavante.
A Talavante le miró un tuerto
Una faena de Morante que fue un catálogo del toreo desde que existen imágenes de él. En color sepia. Otra de Diego Urdiales, poniendo en collera expresión y talento de cuando el toreo era para recordar en blanco y negro. La de Morante, a un toro de tan buen embroque y ganas de embestir como falto de poder para ser un toro notable. La de Urdiales, a un toro de más carbón, de embestida un tanto amagada al final de cada pase, más enrazado que bravo. Los dos de una corrida de Juan Pedro ayuna de fondo. Una del Morante de hoy, el torero que oculta con arte y chistera una técnica de registros sin horizonte. Otra del Urdiales de los últimos años, capaz de torear con el talento de los mejores a toros de exigencia grande. Faenas de dos orejas achicadas por la espada. Y Talavante… aparte de su actitud e intención, le miró un tuerto a la entrada de la plaza. Lote pésimo el del extremeño.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Zaragoza. Novena de la Feria de El Pilar. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados, aunque desiguales de hechuras y de tipo. Mas finos, el tercero, cuarto y quinto. Corrida de fondo, raza y fuerza justa. Destacaron el cuarto y el quinto.
• MORANTE DE LA PUEBLA, de grana y oro: silencio y oreja.
• DIEGO URDIALES, de verde y oro: silencio y oreja tras aviso.
• ALEJANDRO TALAVANTE, de blanco y oro: silencio y silencio.
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