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martes, 26 de octubre de 2010
Lo que el Buda no enseñó
No he explicado que el mundo sea eterno o que el mundo no sea eterno. No he explicado que el mundo sea finito o que el mundo sea infinito. No he explicado que el cuerpo y el alma sean idénticos o que el cuerpo y el alma no sean idénticos. No he explicado que el sabio iluminado no viva tras la muerte. ¿Y por qué no he explicado nada de todo esto? Porque carece de provecho y no encamina a la suprema sabiduría.
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Pues sí, oye. Si nos dispersamos con chorradas al final resulta que nos quedamos a mitad de camino de la suprema sabiduría y eso no puede ser.
ResponderEliminarYa en serio, lo que está claro es que si no tienes claro donde quieres ir, no te puedes quejar de haber llegado a un sitio que no te hace gracia.
A colación de tu comentario a mi entrada te diré que Budha tardó más de media vida (de monje) en llegar a la misma conclusión que tú, que el deseo es lo que nos causa mayor tristeza porque cuando conseguimos las cosas anheladas nos defraudan de alguna manera. Por eso no explicó nada, para no tener objetivos que perseguir.
ResponderEliminarBella entrada, emocionada me hallo.
marikosan, no termino de comulgar con Buda. Lo normal es que la realidad defraude las expectativas previas a poco optimista que seas, pero como sabes que va a ser así lo aceptas y ya está. Sigo pensando que hay que fijarse algunos objetivos, porque la ilusión y si acaso la felicidad están más en el camino que en la consecución de los mismos.
ResponderEliminarQuerido Pepe, a mi hay cosas del budismo que tampoco me acaban de convencer, no soy budista, pero me gusta leer acerca de diferentes religiones y no puedo dejar de admirar lo mejor de cada una, bajo de mi punto de vista son hermosas lecciones filosóficas. Otra que me admira es el taoísmo.
ResponderEliminarPues no puedo opinar, con la ciencia ficción me quedé en Blade Runner...
ResponderEliminar"No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda?. Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir".
Salu2
No sé. Si dejamos de perseguir sueños ¿qué nos queda?
ResponderEliminarLa vida no debe ser examinada, ni juzgada, tan solo vivida. Debemos experimentarla, acumular experiencias y aprender de ellas dejando que sucedan, mientras en el transcurso intentamos hacer a los demás sus existencias lo mas placenteras posibles.
ResponderEliminarHe dejado el texto para meditar. No he explicado que estoy de acuerdo con Buda ni he explicado que no estoy de acuerdo con Buda.
ResponderEliminarPero sí hay algo con lo que me identifico: el escepticismo oriental. También con Pepe cuando dice que la felicidad está en el camino, Piedra lo da a entender; incluso Marikosan cuando afirma lo del taoísmo (Tao significa camino).
A la chica de la farmacia le preguntó ¿dónde dice que no hay que perseguir sueños? y Toni ve la filosofía como ciencia ficción.
Todos estamos, con el hecho de pensar y redactar lo pensado, planteando o resolviendo dudas filosóficas. La filosofía no llega más allá de lo probable; cada afirmación suya lleva en reserva una duda.
Si dejamos de perseguir mariposas por el camino, quizá seamos capaces de contemplar la belleza del paisaje por donde andamos.
ResponderEliminarMarikosan, ¿sabrá algún día Chou si había soñado que era una mariposa o si una mariposa soñaba ahora que era Chou?
ResponderEliminarQuerida chica de la farmacia, me ha hecho pensar lo de los sueños y revelo algo de ello en la siguiente entrada de la tu comentario es la inspiración.
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