"Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo se escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse de él y lamentar su desgracia, el labrador les replicó:
"¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿quién sabe?".
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador. Este les respondió: "¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién sabe?".
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de esos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró el hecho como una desgracia, no así el labrador quien se limitó a decir:
"¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?".
Unas semanas más tarde, el ejército entró al poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Tengo que reconocer que este tipo de fábulas me encantan, de hecho tengo una colección en libros. Te pueden dejar pensando durante largo rato acerca de la vida y de la importancia que le damos a las cosas que quizá no la tienen.
ResponderEliminarAsi mismo he de reconocer que cada día me atrapas más y este blog suscita un gran interés en mi persona.
Agradezco profundamente tus palabras, también las de otros amigos, que sólo conozco a través de sus voces, de su aliento. Nada nos debemos y nada nos solicitamos, el seguimiento, la tertulia, los abrazos, son naturales y gratuitos.
ResponderEliminarSi es verdad que una cara humaniza, no será menos cierto que el no conocer las vuestras os diviniza.
Gracias de todo corazón. La vida no siempre es tan agradecida, aunque hoy ha sido un buen día.
Quizá es porque la vida no es tan agradecida que aquí podemos serlo en exceso sin peligro alguno, ¿no crees?.
ResponderEliminarBuscando, buscando, a mi me puedes humanizar puesto que yo no me rodeo de misterio y alguna que otra foto mia he llegado a poner en alguna entrada.
¡Qué bonita historia!
ResponderEliminarCuando terminé de leer, pensé en "según cómo se mire", y, claro, Jarabe de Palo se hizo presente.
Se los regalo, queridos amigos:
http://www.youtube.com/watch?v=GtujUCURgtM
Hoy ando pachucha (tristona), así que de paso me la dedico a mi. Besos a todos y hasta mañana :)
Un deporte nacional juzgar a primera vista en este santo País.
ResponderEliminarBonita fábula atemporal que nos enseña a agradecer los designios del ¿Señor?. Bueno, que cada cual llame a su manera a lo inexplicable e impredecible...
Un lujo pasar por aquí Pitt, como siempre.
Salu2
Ya lo había dicho anteriormente, debemos limitarnos a experimentar a vida, contemplarla y disfrutarla. Ante todo, porque la propia vida no nos da mas opciones.
ResponderEliminartengo mi particular teoría de la "suerte dirigida" pero que cuenta con enormes lagunas imponderables como las que le ocurren a este venerable chinito...
ResponderEliminarque buen cuento, para reflexionar.... :)
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Toni. Ese juzgar a primera vista, el mismo hecho de juzgar, produce numerosos entuertos.
ResponderEliminarPiedra dixit: experimentar, contemplar y disfrutar. Pues yo creo que tú haces mucho más que eso. Gracias.
Antonio Saz, me encantaría conocer tu teoría, ya sabes que lo mío son las teorías un poco diferentes, que todávía no me atrevo a formular, por las enormes lagunas... Pero es muy interesante el tema de la "suerte dirigida" que tiene, en mi opinión numerosas ramificaciones: suerte pura; recomendaciones selectivas; prevaricación; el idiota manso (con esta redundancia llamo a escoger a alguien por su misma condición de obediencia ciega y no por su valía); perseverancia (en Aragón, tozudez); paciencia...
Sunshine, un agradable placer. Un nuevo conversador, además de su propia grandeza, siempre me incita a buscar las causas. Gracias por venir, espero que a quedarte.
No hay bien que por mal no venga, dice el refrán, o del arbol caído alguien hará leña, desgracias de unos suerte de otros... o como en este caso donde la cosa queda en casa, habrá quién haya perdido el avión que luego se estrelló, la mala suerte fue para la familia que no pudo cobrar la jugosa indemnización que cobraron las familias de los que no perdieron el avión.
ResponderEliminar¡Estos chinos joder si saben!
ResponderEliminarBueno este copio pego y lo reenvio por mail a todo el mundo.
Me encanta la sabiduria.
gracias Pitt..
Me encantan estas historias.
ResponderEliminarEs tan cierto como a veces una mala suerte se puede convertir en buena y al contrario que da miedo pensarlo. Siempre intento no estar orgullosa de mi suerte en nada porque me da la impresión de que se puede ir como vino.