La palabra es la cárcel de la idea.
Yo, en vez de la palabra,
quisiera, para concretar mi duelo,
la queja musical de una guitarra.
Una de esas guitarras cuya música
dulce, sencilla, casta,
encuentra siempre para hacer su nido
algún rincón del alma...
Nicolás Guillén
mi gustar
ResponderEliminarEs uno de mis favoritos, N. Guillén. Gracias.
ResponderEliminarNuevo abrazo.