Cruza una paloma blanca el aire verde, cálido y dorado, sola. Sin motivo aparente. Como la rosa que admiro ensimismado en el extremo de su tallo, siempre dispuesta a perfumar. Comprendo que son poseedoras -o son pruebas quizá- de la sabiduría verdadera.
He ahí la paloma conforme con lo que es. He ahí la rosa. Satisfechas las dos, no aspiran a ser algo distinto. No desean, ni por tal causa se consumen, mayor blancura ni mayor perfume.
Me inspira melancolía y a la vez conocimiento del mundo. Las palomas y las rosas sufren muchas penurias, pero a la vez, han contemplado el mundo desde otra perspectiva, sobre todo el ave, que desde arriba todo lo ve con mejores ojos.
ResponderEliminarUn saludo, ha sido un placer leerte. ^^
Agradecido por este comentario de una escritora, una creadora de ilusiones.
EliminarUn placer que me leas.
Simplemente son.
ResponderEliminarNo se preocupan de más, están en un presente continuo y así la vida transcurre fluida y en aceptación.
Una entrada muy hermosa, Pitt, y sumamente reflexiva.
Besos
Nos ponemos límites, muros, objetivos en vez de dejarnos fluir...
EliminarGracias por tus palabras, siempre tan amables.
Besos.
El aire es verde? la rosa está sola? yo creo que la rosa no está sola, está con su tierra.
ResponderEliminarParece un sabio escrito oriental...bello.
ResponderEliminarPerdona pero he recordado que hace años que no veo una paloma blanca salvo saliendo de una chistera en algún truco de magia de película antigua. Sólo las palomas que atraídas como ratas por el pan que le tira la vieja del noveno piso me llenan de mierda el jardín. Y hablando de llenar de mierda algo bonito... creo que hoy estábamos con la belleza de la poesía¿No? Pues discúlpeme usted la entrada comentarista salvaje.
ResponderEliminarUna mirada bien poética. Abrazos.
ResponderEliminarEn contra de lo que nos pretenden vender, la felicidad radica en no aspirar a ser nada que no seamos ni desear nada inalcanzable, ser feliz siendo lo que somos y disfrutarlo.
ResponderEliminarCon el consumismo que nos rodea es difícil ser feliz con nosotros mismos. Deberíamos aprender a no ver los defectos y valorar más nuestra blancura y perfume.
ResponderEliminarBesoss
Son, igual que nosotros, que no dejamos de ser lo que somos, simplemente. Realmente en poco nos diferenciamos, pero nos empeñamos en complicarnos la existencia... sin más.
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