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miércoles, 28 de febrero de 2018
Somos
Salimos de nosotros, entramos en nosotros, y nos anega la indefensión, asistimos al dolor. Somos indefensión. Somos desamparo. Somos dolor.
Somos igual que la niña que por primera vez, sola, acaso abandonada, quizás huída, por supuesto extraviada, se encuentra ante un bosque. Un bosque tan amenazante como imantador. Tenemos mucho de niños perdidos bajo titilantes constelaciones y de adultos con la rosa de los vientos deshojada.
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Una preciosidad lo que has escrito y con un contenido muy profundo, toca el alma, me ha encantado.
ResponderEliminarMuchos besos.
Esos bosques no conocen edad para amedrentar(nos).
ResponderEliminarTodo lo que pueda decir lo ha dicho muy bien sakkarah acá arriba.
Besos.
Perdemos el rumbo constantemente y el miedo nos detiene muchas veces. Nunca perdemos del todo esa indefensión ante la vida.
ResponderEliminarUn abrazo