Mítica revista taurina que se publicaría ininterrumpidamente hasta 1900, con éxito en su género y unas notables cromolitografías. En su aspecto gráfico participaron relevantes ilustradores de la época.
Con esta declaración de intenciones comienza su andadura:
Nuestros propósitos.
Como no venimos a luchar en la candente arena de la política, y sí solo a defender los fueros de un arte que constituye la afición favorita del pueblo español, nos presentamos ante el público libre de envidias y rencores, sin más objeto que merecer sus plácemes y hacernos dignos de su benévola acogida.
Ahhhhh....esto si que mola, el lenguaje culterano... "nos presentamos ante el público libre de envidias y rencores, sin más objeto que merecer sus plácemes y hacernos dignos de su benévola acogida".
ResponderEliminarJooo, para tarjeta de visita.
Salut
Contexto: 1882.
Eliminar4 de septiembre de 1882 (Atento al lenguaje en el New York Times).
En Nueva York (EE.UU.), con enorme éxito y admiración general, Pearl Street se convierte en la primera calle iluminada artificialmente del mundo. 7.200 lámparas y una estación eléctrica de 900 CV de potencia concebida por Edison son los responsables.
“Aunque no se la conoce formalmente como la ciudad de las luces, Nueva York casi siempre es incandescente, resplandeciente con la luz amorfa de millones de bombillas”, publicó el New York Times, cuyo edificio se encontraba dentro del radio de acción de esa primera luz artificial.
Saluty.
Una obras de arte en su género. Y la presentación de la revista u olé pàra ella. Un abrazo Pitt.
ResponderEliminarPresentaban unas litorgrafías de gran calidad, además de la crónica de las corridas del día anterior. Todo puesto en el contexto histórico de su momento.
EliminarUn abrazo.
Por lo que veo en su presentación, ya estaban como ahora: hablan de una arena política candente, daban por hecho que por ahí había mucho rencor y envidias y defendían lo suyo porque, por lo visto, estaba amenazado. Uf, qué cosas, vamos avanzando a paso de gorrión y retrocedemos a paso de caballo.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Los toros, en capeas o encierros populares o en las plazas de toros siempre han estado perseguidos, desde influyente reyes y Papas, hasta miserables politicastros. Han sido prohibidos en varias ocasiones a lo largo de la historia y su práctica ha llegado a estar amenazada con la pena de excomunión, pero ahí estamos dando guerra. En cuanto a su crisis, como la del cine o el teatro, es una queja que no ha dejado de ser noticia durante toda la historia de España. Yo no veré su desaparición, como no veré la salvación del mundo de un desastre natural o cambio climático ni que haya un Papa católico trans. Por mucho que se empeñen las asociaciones vanguaristas.
ResponderEliminarSaludos.