Diego Ventura: un rejoneador para la Historia
Ocho orejas y dos rabos en una noche para el recuerdo en Mérida
Diego Ventura es un rejoneador para la Historia. El número uno actual. Porque su Tauromaquia es tan abierta y más amplia que cualquier molde establecido. Porque la variedad de los hierros elegidos dan un abanico de lidias poco vistas en los últimos años. El rejoneador cuajó en Mérida una tarde para el recuerdo que se sale de cualquier calificativo. Ocho orejas y dos rabos. Cumbre del toreo a caballo. Pero también hubo toreo a pie y una amplitud de suerte que califican a Ventura como un rejoneador para la Historia y el número uno actual.
Diego Ventura brindó a sus padres, mujer e hijos la muerte del sexto, al que recibió con ‘Guadalquivir’, para colocar dos rejones de castigo. Con ‘Sueño’ destacó en el toreo a costado y con banderillas toreando antes, durante y después de la colocación de los rehiletes, todos arriba. También llegó mucho y aguantó cabalgando a ‘Fino’. Volvió de nuevo con ‘Bronce’ para sin cabezá colocar una banderillas y un par a dos manos llevando al equino para adentro andando para atrás. El diestro de La Puebla del Río echó pie a tierra para cuajar unas series con la muleta en la mano, acompañado de un fandango cantado desde el tendido. Hubo incluso petición de indulto, pero Ventura entró a matar con la espada, dejando una estocada entera. Dos orejas y rabo. El toro de María Guiomar fue premiado con la vuelta al ruedo. El jinete dio la vuelta al ruedo junto a los forcados, su padre y sus hijos.
Diego Ventura recibió con ‘Néctar’ al primer victorino de su carrera, que brindó a Rafael Expósito. Destacó de nuevo con ‘Lío’, en dos banderillas que llegaron mucho al público: una andándole para atrás y otra al quiebro pegado en tablas. Público como loco ante tal magisterio. Con ‘Guadiana’ completó tan gran obra en tres banderillas cortas al violín, para después dejar medio rejón de muerte. Descabalgó el jinete para dar un parte de trincherazos y molinetes antes de un certero descabello. Dos orejas y rabo. Diego Ventura dio la vuelta al ruedo con el mayoral de la ganadería de Victorino Martín.
Dos orejas paseó Diego Ventura al buen toro de Los Espartales que abrió la noche. El rejoneador de La Puebla del Río bordó el recibo a lomos de ‘Guadalquivir’ y destacó con las banderillas con ‘Nómada’ y ‘Nivaldo’. De categoría fueron los quiebros con este último. Estuvo acertado con el rejón de muerte.
Con ‘Joselito’ templó Diego Ventura la salida al de Ángel Sánchez que hizo cuarto. El diestro de La Puebla del Río compartió con los que hacían de sobresalientes, Andrés Romero y Paco Velásquez, el tercio de banderillas, siendo todo un espectáculo en todos los sentidos. A ‘Guadiana’ lo subió al estribo para posteriormente poner el par a dos manos. Turno para los Forcados Amadores de Alcochete, efectuando una buena pega. Sin suerte esta vez con el rejón de muerte, lo que redujo el premio a una oreja.
Al de Veiga Teixeira que hizo tercero, le colocó Diego Ventura el rejón de castigo al encuentro nada más salir al ruedo encima de ‘Campina’. Para las banderillas sacó a uno de sus estrellas, si no la máxima estrella, ‘Nazarí’, con el que cuajó un espectacular galope de costado paralelo a tablas. El delirio. Con ‘Lío’ fue de punta a punta, yendo a velocidad, parando de golpe y el quiebro final ajustadísimo. Tres cortas al violín de nuevo con ‘Güero’. Dejó un rejón de muerte que necesitó un golpe de verduguillo. Oreja. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Al segundo, con el hierro de Murteira Grave, lo recibió Diego Ventura con la garrocha en la puerta de toriles. Fue éste un astado que presentó un juego más deslucido, pues esperaba en los momentos del embroque. Destacaron las banderillas con ‘Bronce’, de rodillas delante de la cara del astado. Remató su actuación con tres cortas con ‘Guadiana’, para después dejar medio rejón de muerte. Silencio.
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