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jueves, 17 de mayo de 2012
La botella de anís
Esta obra es de 1914. Un momento crucial para los movimientos artísticos en el que las utopías estéticas que se habían trazado hasta esa fecha chocaban de pronto con la realidad social, con la realidad económica y con la guerra como factor de destrucción de cualquier posibilidad de solidaridad humana o de trasformación del mundo a través del arte y de la cultura. Quiero que sirva de metáfora para un sentimiento construído a base de incertidumbres relacionado con la entrada anterior y con el estado de ánimo actual. Pero también quiero que sirva de testimonio de los acertados comentarios de estos seguidores que no solo aportan calidez a mi vida sino una extensión cultural y humana fuera de toda duda. Asi pues, el contenido del cuadro, de sus colores son:
La "verdad roja" de Marikosan.
Los matices de grises de Verónica.
Los colores de Francesca y Sergio.
Y también ese gris "centro de todo" que manifiesta Minuet en su espléndido estudio.
Todo ello visto con los ojos azules de Vanessa y la sensibilidad de Sara O. Durán.
Ni que decir tiene que la obra es de Juan GRIS.
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No olvides que existen los tonos, que todos los colores tienen sus facetas y que según tu te focalices, así será.
ResponderEliminarPor lo demás me alegra que estés mejor :)
Puedo dejarte un beso???
¿Es de Juan Gris? no la conocía...
ResponderEliminarPues sí, es una obra de Juan Gris y es donde comienza ese juego de palabras con el post anterior, con el apellido del artista. Eso va unido a que los collages cubistas contenían mensajes casi crípticos y, en imitación a ellos -sin querer compararme con ellos, evidentemente-, traigo esa obra, que bien podía haber sido solo la imagen, pero que explico porque no tengo la fuerza creadora para transmitir el mensaje sin explicarlo un poco, pero que va contenido en ese texto-collage con vuestras aportaciones y donde, de manera menos críptica, integro tanto los comentarios como la similitud de un estado de ánimo. Al fin un juego de palabras.
ResponderEliminarVamos conociéndonos, cada tres puntos suspensivos que nos vamos obsequiando, conforme pasan los posts. Y no solo eso, los afectos van creciendo... Eso creo! Gracias Pitt, me situaste en un adjetivo lindísimo.
ResponderEliminar... Y si disculpándonos con Gris, nos la bebemos entre todos? jajaja. Besos de anís.
Qué detallazo!
ResponderEliminarGracias por adjudicarme los colores. Los asumo plenamente. Por un momento temí que me relacionaras con el mono.
ResponderEliminarNo, no, querido Sergio. Si tuviera que relacionarte con algo sería con algo así como el libro, la cuchara, el martillo la rueda, las tijeras que, una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor.
EliminarPero me has dado pie para la siguiente entrada.
Debemos aprender a mirar el fondo, incluso de los collages cubistas..
ResponderEliminarBesoss
Metafórico y elocuente, este ya sí es mi querido Pitt...
ResponderEliminarComo Juan Gris, has sabido ver que las partes forman un TODO precioso y casi perfecto, tenga el color que tenga y los matices que le demos...
Por cierto, dulce el sabor que me deja este cuadro...besazos, dulces también