Luque sella dos serias obras (y un estoconazo de libro) y Talavante momentos de pura delicia bajo la lluvia.
Tuvo la 20º de San Isidro faenas con estructura, pero sin guión establecido. Una originalidad creada a golpe de desorden pues los toros de Alcurrucén -dispar en presentación con algunos muy justos- se movieron sin emplearse y con mucha irregularidad. Ante eso, una tarde de Luque y una faena de Talavante consiguieron el milagro del temple bajo la lluvia. Algo apaciguó a las ferias. Ir y venir constante al que había que dar forma con claridad y firmeza aplastante. Más de lo que la gente pudo percibir. Luque fue un torrente de capacidad. Talavante, de sensaciones. Sigue Urdiales sin suerte en los sorteos, con todo a la contra, a pesar de dejar bajo el ruedo de Las Ventas su impronta frente al primero.
Video resumen:
Ficha del Festejo:
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