Ginés Marín abre la Puerta Grande de Santander por naturales
El extremeño mantiene el idilio con la ciudad cántabra tras cuajar a un importante toro de Antonio Bañuelos
Es Santander una plaza que marca el verano taurino y la temporada de toreros como Ginés Marín. El extremeño volvió a mantener el idilio con esta ciudad cántabra, tras cuajar al natural al mejor toro de la corrida de Antonio Bañuelos. Una reducción absoluta de la embestida, en trazo siempre templado y curvo. Fue el punto culmen de una corrida, en la que Emilio de Justo expuso con un lote de registros dispares siempre con la exigencia de exponer en los embroques para fijar las embestidas, mientras que Sebastián Castella utilizó el temple para buscar el lucimiento con dos toros que apuntaron cosas sin terminar de rematar para el lucimiento.
Ginés Marín cuajó a la verónica al tercero, un toro de buenas hechuras de Antonio Bañuelos que respondió en la faena de muleta con bravura y fondo. Un destacado ejemplar, al que Ginés Marín cuajó una faena rotunda, brindada a Morante de la Puebla. El extremeño destacó en el toreo al natural, con mucha largura y una gran dimensión. Tras una estocada, paseó las dos orejas.
El sexto tuvo que ser apuntillado en el ruedo, tras descordarse al rematar de salida contra un burladero. En su lugar, salió un astado más suelto de carnes, sin tanta armonía, que se vino pronto a menos y le faltó mucha pujanza. Puso todo de su parte Ginés Marín para llegar a los tendidos con un toro de nula transmisión, pisando terrenos muy comprometidos. Remató su actuación de una estocada baja.
Serio y cuajado fue el segundo, con 640 kilos de peso. El de Bañuelos embistió de manera incierta y la faena de Emilio de Justo tuvo mucho mérito, por exposición con un astado que fue interesante por sus complejidades, dentro de la falta de entrega. Dejó una gran estocada. Ovación tras petición.
Serio fue el quinto, acodado de pitones, de manos cortas, con cuello. Un toro de Bañuelos que tuvo una movilidad descompuesta, con mejor embroque que finales, con varios gañafones. Lo recibió Emilio de Justo a la verónica y quitó por chicuelinas con un astado que no tuvo ritmo en la muleta, lo que hace que el público no conecte del todo con una faena de largo metraje. Destaca varios naturales de bella factura. Pinchazo y gran estocada. Aviso.
El castaño cuarto tuvo nobleza, aunque le costó siempre romper hacia adelante. Buscó siempre Castella alargar las embestidas con mucho temple, de más mérito que percepción en los tendidos. Una faena meritoria en la que los mejores momentos llegaron sobre la diestra. Saludó una ovación.
El primero de Antonio Bañuelos marcó siempre su querencia hacia las tablas ya en el recibo a la verónica de Sebastián Castella. El galo tuvo que hacer la faena en los terrenos de las tablas, con un toro que tuvo embestidas con clase, aunque muy deslucidas por su falta de repetición. Pudo la mansedumbre a la bravura y el toro se puso muy complicado para matar, barbeando las tablas. Estocada al segundo intento, después de escuchar el primer aviso.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Santander. Tercer festejo de la Feria del Norte 2024. Tres cuartos de entrada. Toros de Antonio Bañuelos (6º bis), bien presentados, de buenas hechuras y de desigual juego. Destacó por encima de todos el importante tercero.
• SEBASTIÁN CASTELLA, silencio y ovación.
• EMILIO DE JUSTO, ovación tras petición y ovación tras aviso.
• GINÉS MARÍN, dos orejas y silencio.
Incidencias: Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del Himno Nacional de España. El banderillero José Chacón se desmonteró tras parear el primero. Hizo lo propio Antonio Chacón en el segundo.
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