La vida es una orilla
pero no existe sola.
Nunca la vida es solo una.
Cada vida son dos, una en la otra.
Orillas que se tienden frente a frente.
Tienen rumor distinto que al unirse
son un mismo rumor.
No se tocan del todo. Se contemplan.
Algunas veces funden su oleaje
en instante de amor o de universo.
Porque una vida es dos.
Las dos vidas reales. Verdaderas.
Una no está en la otra.
La otra sí.
(Raúl Alonso)
Creo que no capto del todo la esencia del poema, pero no hay duda de que es hermoso :) y de que escribes muy bien. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por decirlo Natalia, me has hecho sentir menos idiota. Yo con la poesía, me suele pasar lo que al señor que no sabe de arte y va a ver la Catedral de Burgos, que por decir algo dice: ¡Qué altar mayor más limpio!
EliminarDos orillas separadas por un río, condenadas a mirarse eternamente sin llegar a juntarse.
ResponderEliminarParece que no haya lugar, ni siquiera un resquicio, para la esperanza.
EliminarEs una poesía que no se piensa, se siente y te conecta o no.
ResponderEliminarEs puro instinto, una reflexión visceral que te pone ante la tesitura: la vida, es una donde se viven varias.
Creo. Así me llega.
Me encanta el comentario de Pepe, hasta lo comparto :D
Y si apetece echa un ojo y que ese altar mayor siga limpio!!!
http://anandanilayan.blogspot.com.es/2012/01/existencias.html
Besos